Leonor está colmando la paciencia de Felipe VI y Letizia. Los reyes llevan años haciendo todo lo posible por proteger a su hija. De hecho, son muchos los que quieren que participe de forma más activa en los compromisos institucionales, como por ejemplo en la tragedia de la DANA para que los jóvenes conecten con la monarquía, que son a día de hoy los más reticentes. Sin embargo, los monarcas no quieren sobreexponerla. Y hasta el día de hoy no les ha ido mal esta estrategia. La mejor idea ha sido alejarla completamente del apellido Borbón, y es que no se la relaciona con Juan Carlos I. La princesa aprueba con nota por parte de la ciudadanía, incluso la prensa internacional la alaba. Se ha desatado la ‘Leonormanía’. Parece que el futuro de la corona está casi garantizado, todo depende de la hermana de Sofía, que últimamente esta cometiendo algún que otro error en su vida privada. Sus padres le han dejado claro que todo lo haga en el presente le salpicará en el futuro.
La princesa cumplió el año pasado la mayoría de edad, juró la Constitución, y a partir de ese momento prometió que cumpliría con todas sus funciones institucionales, pero a la vez, Leonor es una persona joven y como tal quiere vivir todas las etapas de su vida, aunque tiene que tener en cuenta que será la futura reina de España, que es algo que a veces olvida.
En Gales, Leonor estaba mucho más controlada. El UWC Atlantic College de Gales trasladaba todas las semanas un informe a Zarzuela con el comportamiento de la princesa, pero desde que realiza la formación militar y ella ya ha cumplido los 18 años, los reyes ya no tienen un gran control sobre ella, es más libre que nunca.
Las compañías de Leonor no son buenas
En Zaragoza, Leonor se saltó por primera vez las estrictas normas de Letizia, especialmente las relacionadas con la alimentación. Pero ahora puede salir más sin pedir permiso a sus padres. Acudió por primera vez a una discoteca. En un reservado donde estuvo hasta las seis de la madrugada con un grupo de amigos y tomó vodka con limón. En una ocasión, un testigo asegura que la vio fumar un cigarro electrónico a las puertas de la discoteca, pero los escoltas de la princesa eliminaron esa imagen.
La fiesta continúa en Marín. Sus padres pensaron que Leonor cambiaría en este segundo año, al ser más mayor y estar en una ciudad más pequeña como es Pontevedra, pero también ha descubierto gracias a compañeros mayores los locales de moda.
Leonor celebró el cumpleaños de una de sus compañeras de clase el pasado viernes y acabaron el sábado por la madrugada. Una celebración que acabó peor que mal. Algunos de los jóvenes invitados a la fiesta acabaron pegándose, se desconoce el motivo de esta discusión. Otros estaban demasiado perjudicados por el alcohol. Los escoltas de Leonor, que siempre la acompañan, le pararon los pies y se la llevaron a la fuerza en el coche oficial. No podían permitir que la vinculasen con esa fiesta y mucho menos que se filtrase alguna fotografía, menos mal que no eran horas para que alguien estuviese en la calle.