La semana de los reyes Felipe VI y Letizia ha estado marcada por su visita a los Países Bajos, donde han sido recibidos por los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda. Una visita de la que se ha desprendido una imagen sorprendente e inusual: la reina Letizia hizo el besamanos sentada, dejando una estampa muy llamativa que no ha pasado desapercibida, y que refleja una carpeta que está siendo un problema para Casa Real.
La figura de Letizia ha sido objeto de estudio durante años. Su posición como reina consorte le ha otorgado una enorme visibilidad, siendo considerada una especie de "reina influencer" por su estilo impecable y su impacto en la moda. Sin embargo, detrás de esa imagen perfecta se esconde un problema que está cobrando cada vez más relevancia.
La reina Letizia tiene un complejo con su estatura
Letizia siempre se ha decantado por tacones altos en todas sus apariciones. El motivo: Letizia siempre ha tenido complejo con su altura y ha querido parecer más alta para lograr imágenes perfectas. Ello, sin embargo, ha desembocado en un serio problema de salud. La reina sufre de metatarsalgia crónica, una dolencia relacionada con el uso prolongado de calzado ajustado o con demasiado tacón, como es su caso. La metatarsalgia crónica, también conocida como Neuroma de Morton, se caracteriza por un dolor intenso en la zona anterior del pie, especialmente al caminar. Aunque el diagnóstico es claro, determinar el tratamiento adecuado se ha convertido en un desafío para los médicos que la atienden. A pesar de haber descartado inicialmente la cirugía, parece que la condición de Letizia está empeorando con el tiempo, lo que ha generado un verdadero dilema para Casa Real en términos de protocolo.
Para evitar el dolor, los expertos le han recomendado durante años que, en la medida que pueda, use zapato plano o el mínimo tacón posible. De esta forma, podría reservar los tacones altos solo para los actos institucionales en los que no tiene otro remedio y debe seguir el protocolo, que dicta que la consorte debe llevar tacones de entre 5 y 7 centímetros.
La obsesión de Letizia empeora su problema en los pies
Pero como decíamos, Letizia siempre ha tenido complejo con su estatura. Y se ha negado a seguir los consejos de los especialistas, recurriendo siempre a los tacones altos sin reservarse para las ocasiones especiales. El resultado: Letizia sufre enormemente cuando le toca aparecer en público en actos institucionales. Su problema de pies ha empeorado gravemente con el tiempo que se ha convertido en un inconveniente notorio para Casa Real en su obligación de seguir el protocolo de los tacones. Ahora tienen que buscarle un aposento para que repose en los actos en los que los presentes deben pasar mucho tiempo de pie. Por ejemplo, en el besamanos que protagonizaron los reyes de España y de Holanda esta semana. Y aunque encontrarle una silla no es un problema, sí lo es la controversia y los comentarios que genera la imagen de Letizia sentada mientras Felipe VI y quienes están a su lado mantienen el tipo de pie.