Zarzuela tenía un plan perfecto para unir España: casar a las dos hijas Elena y Cristina con catalanes o vascos y con alguien muy español, de la España rancia y aristocrática. Así contentaban a todo el mundo. La primogénita escogió a un señor de provincias, de Soria, muy casposo Jaime de Marichalar. Y la hija pequeña, que vivía en Barcelona trabajando en la Fundación La Caixa escogió a un vasco nacionalista, del PNV, formado en Catalunya como jugador del Barça, Iñaki Urdangarin. Parecía el plan perfecto, como pasaba en la Edad media y los reyes casaban a las hijas con otros reyes para unir Coronas. Pero la carroza real se convirtió en calabaza y las dos infantas se divorciaron, una por adulterio, Cristina, y la otra por motivos poco revelados. Marichalar sufrió un ictus por culpa de sus malos hábitos.
Ahora el digital Vanitatis publica que el idilio entre la Casa Real y los yernos acabó, con respecto a Urdangarin, con el caso Nóos. Ahora ya se sabe que Urdangarin no hizo nada que no hiciera Juan Carlos, comisionista y evasor fiscal. Pero para guardar las apariencias dijeron que Urdangarin era poco ejemplar y lo echaron de Marivent un verano. La noticia es cómo se referían en La Zarzuela a la familia Urdangarin: 'los catalanes". Como una banda de gitanos o un clan, pero catalán que les parece más despectivo: "Verano de 2012, los hijos Urdangarin Borbón estuvieron solo dos días en Mallorca. Una estancia exprés cuando estaba previsto que pasaran una semana con Sofía y participaran como en años anteriores en el curso de vela con los primos Marichalar. Ya había saltado el caso Nóos, y tanto Urdangarin como la infanta Cristina estaban vetados en las vacaciones reales y desterrados de Baleares".
Sigue explicando Paloma Barrientos que "fuentes cercanas al exduque de Palma quienes filtraron lo que sucedía realmente en el ámbito familiar de los “catalanes”, que así les denominaban en Zarzuela. Iñaki Urdangarin, que aún tenía mando en plaza, lo dejó claro. Y estableció sus condiciones con el apoyo total de su mujer. Más o menos vino a decir: “O vamos todos o ninguno”. Y así fue. Los cuatro niños abandonaron el palacio de Marivent y dejaron a la abuela doña Sofía sola con los nietos Marichalar". Si a los nietos Marichalar no los llaman "los madrileños". sólo existe una explicación para el seudónimo de "catalanes": es pura catalanofobia y no tiene curación.
La verdad es que los cuatro catalanes (Juan, Pablo, Miguel e Irene) no han causado ningún escándalo nunca. Escolarizados en Catalunya son un ejemplo. Pablo Urdangarin ya tiene 21 años. Podrían haber caído en la tentación del abuelo materno: disponer de dinero ilimitado y negro con tarjetas black. Ninguno de los Urdangarines defraudaron, señal que están mejor educados que los dos Marichalar. Mientras a Victoria Federica paseando por Madrid le gritan "Ladrona, devuelve la pasta., el joven Pablo, que vive en Barcelona, pasea tranquilamente. No es ninguno corrupto. Del niño formalito que acompaña al padre de permiso penitenciario al actual hombre deportista, de facciones marcadas y chándal, con paso firme por la zona alta de Barcelona. Todas las chicas se lo rifarán. Pablo nació en Barcelona un 6 de diciembre, en la clínica Teknon. Es Borbón, culé y catalán. Para pena de La Zarzuela.