Después de una semana en Catalunya, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se marcharon el jueves pasado por la mañana. No sin haberse despedido antes de los amigos que los habían acogido. El matrimonio se instaló en Cabrils, en la casa propiedad de Marta Mas, regatista y amiga de ambos, que se prestó a alojarlos durante el viaje que hicieron para huir de la prensa, que los ha perseguido por toda Vitoria cada vez que el cuñado de Felipe VI ha salido de la prisión de Brieva con un permiso penitenciario, y para ver a su hijo Pablo, que vive en Barcelona y entrena en el Barça aunque no tiene ficha con el club. La última noche antes de marcharse, los Urdangarin y algunos íntimos se encontraron en una cena que este miércoles revela el portal Vanitatis.
La infanta Cristina, Iñaki Urdangarin y su segundo hijo Pablo cenaron con Marta Mas en su casa de Cabrils. Con ellos estaba también la menor Irene, que tenía una semana de vacaciones en el colegio donde estudia en Ginebra (Suiza). Los cuatro Urdangarin y Mas suman cinco personas. En lo mismo digital, Sílvia Taulés indica que había más personas. "Asistió, entre otros, David Barrufet," publica. Con el exportero de balonmano del Barça ya son seis personas, entre otros. Las restricciones contra la pandemia de Covid-19 prohíben encuentros de más de seis personas y que no vivan bajo un mismo techo, pero la periodista apunta que habrían ido otros invitados ("entre otros"). Sea como sea, el digital asegura que Barrufet acudió porque se ha convertido en uno de los grandes apoyos de Urdangarin y su familia. Y lo define como el "protector" de Pablo en el club, donde la directiva le ha permitido entrenar durante meses cuando ni siquiera es jugador azulgrana. El hijo de la infanta y de Iñaki entrena con el hijo de Barrufet, que sí que forma parte del equipo.
El jueves día 22 por la mañana, todos se habrían marchado. La infanta Cristina e Irene, a Suiza; e Iñaki Urdangarin, a la cárcel. El matrimonio escogió Catalunya para hacer una escapada y huir de los focos mediáticos, pero Vanitatis revela también que el cuñado del rey ha seguido viviendo con angustia la relación con la prensa. "Iñaki está paranoico, ve fotógrafos en todas partes, y Cristina no puede más", escribe Taulés de fuentes próximas a la pareja. ¿No querrán volver a su escondite catalán?