Aunque no se publique demasiada información al respecto, el divorcio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín sigue su curso. No obstante, según algunas fuentes ninguna de las partes tendría ninguna prisa por concretarlo después de haber llegado a un acuerdo. Un pacto que, sobre todo, favorecería a Urdangarín, que habría conseguido lo que pretendía: mejorar su situación económica.

Según explica Vanitatis, el divorcio no se ha parado. Pero no  hay prisa porque todos los pactos están cerrados. Unos acuerdos del divorcio que se habrían sellado después de que el rey emérito Juan Carlos I hubiera solucionado sus problemas monetarios tras haber salido de prisión.

La tranquilidad económica de Iñaki Urdangarín habría acabado con los problemas

Al parecer, Juan Carlos le habría prometido a Iñaki que no tendría problemas al salir de la cárcel. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. “Estuvo un tiempo que no tenía dinero ni para un café”, aseguraron algunos de sus amigos. “Eso le comía por dentro”, añadían.

Iñaki Urdangarin / GTRES

Así las cosas, quizás por miedo de que hablara más de la cuenta, Juan Carlos viajó a Suiza para encontrarse con Cristina, a quien habría indicado los pasos a seguir en el divorcio, proponiendo un acuerdo que solucionaría los problemas económicos de Urdangarin a cambio de su silencio sobre asuntos que pondrían en el punto de mira al rey Felipe y a la reina Letizia, y de rebote dificultarían la posibilidad de que el emérito regresara a España. Aunque solo fuera de forma temporal en algunas ocasiones.

En definitiva, la tranquilidad de la familia real pasó por la tranquilidad económica de Urdangarín. Y que una vez solucionados sus problemas monetarios, los problemas se habrían acabado, dejando en un segundo plano el capítulo del divorcio. Silenciado Urdangarín, ya no hay prisa por cerrar la separación de forma definitiva.