Mónaco es un enclave pequeño, todo el mundo lo conoce. El Palacio se encuentra muy cerca del puerto, la zona más conocida. Cuando llega el verano, la cosa se dispara. Y los turistas que fijan sus ojos sobre la residencia de los royals. Alguien como Charlene, con su histórica aversión a las miradas ajenas y con apariciones públicas de campanillas en fiestas como el Baile de Rosa, necesita tener siempre una escapatoria. Y la tiene. Se trata un lugar que se encuentra a 1.000 kilómetros de distancia, en un castillo propiedad de los Grimaldi: el Château de Marchais, en el departamento de Aisne, en Francia, muy cerca de la frontera con Bélgica donde al parecer hace sus escapadas de verano

Los detalles de sus vacaciones se mantienen en secreto, se ha filtrado que el príncipe Alberto podría disfrutar de unos días de relajación en la propiedad familiar de Roc Agel. Por su parte, Charlene ha optado por alejarse de su esposo, trasladándose al Château de Marchais, una encantadora propiedad en la región noroeste de Francia. Desde allí, se espera que realice viajes a otros destinos turísticos, buscando desconectarse de su vida en el Principado y de la presión mediática que la rodea.

Ambos podrían estar acompañados por amantes durante sus vacaciones. Alberto, conocido por sus affaires, ha sido visto en varias ocasiones disfrutando de la compañía de mujeres en eventos privados. Charlene, por su parte, ha enfrentado sus propios desafíos personales y de salud, lo que la ha llevado a buscar consuelo fuera de su matrimonio mediante una supuesta relación con el magnate ruso Vladislav Doronin. 

Es un misterio el paradero de Charlene y lo que hace a ciencia cierta, puede que esté en Mónaco o que se haya ido de vacaciones. De momento, nada se sabe de ella ni del porqué de sus ausencias, tras su regreso de Sudáfrica y su posterior estancia en una clínica de rehabilitación en Suiza, la princesa había vuelto a la agenda pública con las pilas cargadas. Pero poco a poco se ha ido desinflando, por lo que quizás necesita de nuevo unas vacaciones.

Alberto y Charlene tiene un matrimonio de mentiras

La situación entre Alberto y Charlene va más allá de una simple crisis matrimonial. Según diversas fuentes, la princesa de Mónaco estaría recibiendo una considerable suma de dinero para continuar desempeñando su papel protocolar como esposa del príncipe de Mónaco. Este acuerdo contractual permitiría mantener la apariencia de un matrimonio estable para el público y las obligaciones oficiales, mientras ambos viven vidas independientes.

Alberto y Charlene no es la primera vez que pasan vacaciones separados 

No es la primera vez que Alberto y Charlene de Mónaco pasan las vacaciones por separado, pero lo cierto es que, tras unos meses complicados por la situación de la princesa, esta realidad aviva los rumores de distanciamiento. Pese a los esfuerzos de ambos por mostrarse como "una familia feliz", los rumores de crisis no paran de perseguirlos. No sólo se habla de vacaciones por separado: incluso, según se ha hecho eco la prensa británica, han compartido viajes en camas separadas.