Los rumores sobre la ruptura de la relación entre Charlène y Alberto de Mónaco han sonado desde hace unos años atrás, sin embargo, actualmente siguen surgiendo situaciones en las que los seguidores de la casa real confirman que el matrimonio está completamente roto. 

Charlène y Alberto de Mónaco en la celebración de San Juan 

Recientemente, el Principado, como es tradición cada año, celebró la festividad de San Juan. El encuentro especial reunió a los esposos y a sus hijos el príncipe heredero, Jacques, y a la princesa Gabriella en una gran fiesta, tal como recoge ABC en su sitio web. Sin embargo, lo que captó la atención de todos fue lo desorbitada y desconectada que estaba la exnadadora de su esposo, así como lo distantes que se mostraban ambos entre sí; lo que demuestra la crisis matrimonial por la que el matrimonio podría estar atravesando. 

La mujer de 45 años mostró un gesto congelado en su rostro, casi ni se movía y su expresividad era nula. Charlène parecía ausente y aunque Alberto estaba a su lado, ambos parecían a mil kilómetros el uno del otro. Aunque puede que nunca haya una confirmación de este tipo, cada vez que hacen una aparición pública se hacen más notorias las señales que envía la pareja a sus seguidores a través de sus acciones sobre su ruptura como pareja.  La noche del 23 de junio todo gira alrededor de las hogueras en el Principado, la familia real monegasca sale al balcón del Palacio Grimaldi para asistir al espectáculo de las hogueras ¨batafoegu¨ de San Juan. De igual forma disfrutan del folclore Palladienne, un grupo de danza ataviados con el traje regional rojo y blanco, colores de la bandera monegasca. 

Charlène sonríe sin Alberto de Mónaco 

Aunque en cada aparición junto a su esposo la princesa de Mónaco se muestra fría, seria y distante, todos hemos quedado con la boca abierta cuando hace unos días atrás la royal se mostró cálida y feliz públicamente, pero eso sí, sin el monarca cerca.  

Esto ocurrió cuando la consorte viajó hasta la isla francesa de Córcega para participar en la tercera edición de los "Días de Seguridad Acuática", que organiza la Fundación Princesa Charlène de Mónaco. Esta, como presidenta de la misma, no podía faltar. Además de que es una causa con la que se siente especialmente cómoda, al concienciar a niños y jóvenes sobre la importancia de saber nadar y respetar el entorno marino, reseñó Semana. A pie de playa, la princesa estuvo acompañada por su hermano, Gareth Wittstock, que dirige la Fundación y es su mano derecha, pues reside en el Principado.

La madre de la princesa Gabrielle y el príncipe Jacques, estuvo vestida con un sencillo polo rojo de su fundación, estaba relajada y natural. Pero lo que impresionó a todos los presentes es que sonreía sin parar junto a los 80 niños, aproximadamente, que participaron en esta jornada especial, una imagen que tranquiliza y resta dramatismo. La princesa, que ha superado graves problemas de salud física y mental, se lo pasó en grande durante este día de mar y sol.