Mónaco vuelve a celebrar un aniversario royal: después de Carolina de Mónaco, ahora es el turno de su enemiga íntima, la princesa Charlene. La mujer de Alberto II cumple 46 años en un momento en el que todo parece soplar a favor. Estabilidad matrimonial aparente, jaleo en la prensa desactivado, armonía y alianza con Estefanía... Por fin, un poco de calma y de optimismo. Por eso ha preparado una fiesta a todo trapo, aunque hay alguien que se ha colado en la celebración sin haber sido invitado, y que ha llevado un regalo envenenado. La imagen de la exnadadora sudafricana queda tocada.
El diario británico Daily Mail está sacando todo el jugo posible a las confidencias de Claude Palmero, gestor de la tesorería de los Grimaldi durante 20 años. Su salida de palacio ha provocado que, por el motivo que sea, empiece a revelar detalles jugosos sobre las finanzas de los royals más pomposos y ricos de las monarquías europeas. La lupa se coloca principalmente sobre el matrimonio real: Charlene es La princesa celebra el seu aniversari amb un regal enverinat, parla l'antic tresorer dels Grimaldi, sí, pero es que Alberto II es una auténtica regadera de cantidades astronómicas. Las reparte a diestro y siniestro. No solo a su mujer, también a examantes y a los hijos anteriores al matrimonio, Alexandre y Jazmín Grace. Les ha tocado la lotería en repetidas ocasiones.
El sueldo asignado a la princesa hará palidecer a una reina como Letizia. La española tiene una asignación anual de poco más 142.000€, una pasta. Calderilla, en todo caso, para una Charlene que solo necesita un mes para superarla: 175.000 mensuales, 2,1 millones anuales. Multipliquen los años que llevan casados, casi 13, y la cifra resultante los dejará sin aliento. Pero no es el único ingreso que el marido ha hecho en las cuentas de su amada, no: reformas de villas de lujo por 2,4 millones, descubiertos en la VISA de 600.000, 60.000 más para sus cositas, un empujoncito más de 175.000... Cosa que hace preguntarse: ¿qué hace con la pasta? La quema, literalmente. El nivel de vida es de lujo asiático. Sí, Montecarlo no es barata, pero incluso así...
Según la web UFO No More, especializado en familias reales, Charlene encabeza la clasificación de royals que más dinero se gastan en su vestuario: el año pasado más de 300.000€, con 155 piezas estrenadas. No está mal. Letizia se queda en una anecdótica 12.ª posición, parece modesta y todo. Volviendo, sin embargo, a las revelaciones de los cuadernos contables de los Grimaldi, hay detalles más escabrosos, como contratar a trabajadores sin papeles por 100 euros al día, o que conseguía dinero para su familia. Por ejemplo, un hermano, tocado por la varita mágica del Tío Gilito Albert con un obsequio de más 900.000€ para comprarse una casa. Charlene sufre calamidades en Mónaco, pero cubierta de oro. Todas las monarquías son iguales. Insaciables... y con precio. Que cumpla muchos más, princesa.