Lo de Charlene de Mónaco y el príncipe Alberto no es una historia de amor, al menos, así parece. De hecho, durante su etapa de noviazgo tuvieron que hacerle frente a especulaciones sobre su relación y la razón por la que decidieron unirse en primer lugar. Con el paso de los años, estas teorías e informaciones no han hecho más que intensificarse, siendo un tema que rodea cualquiera de sus apariciones públicas. A pesar de todas las muestras de afecto y las acciones que han tomado para dar a entender su supuesta estabilidad, sus movimientos y distanciamiento logran exactamente lo contrario. Esto es lo que volvió a suceder en plenas vacaciones.
La incredulidad sobre el matrimonio de Alberto II y Charlene de Mónaco ha estado presente desde siempre. Sin embargo, los rumores tomaron fuerza tras la dramática situación de la princesa en su salida a Sudáfrica. Su viaje debía durar solo unos días, pero la estancia se extendió a seis meses; permaneció aislada y alejada de su marido e hijos. Se debatió entre la vida y la muerte, tuvo tres cirugías por una grave infección otorrinolaringológica. Después de eso, se internó en una clínica en Suiza y no tuvo prisas en volver.
Lo más lógico, después de los episodios tan escalofriantes que vivió, era regresar de brazos abiertos y reunirse con sus seres queridos. Pero esto no pasó, pues en su llegada a Mónaco se estableció en un enclave misterioso. Desde entonces, ha vivido separada del príncipe, solo coinciden en eventos y determinadas ocasiones que lo ameriten. Ahora, para más desconcierto, se habla de sus vacaciones.
Charlene de Mónaco desaparece nuevamente, sin Alberto
Fuera de su matrimonio, Charlene parece haber encontrado todo lo que necesita. Se cree, inclusive, que podría tener una relación con el magnate ruso Vladislav Doronin. Después de cumplir con ciertas pautas de su agenda, la princesa ha vuelto a desaparecer sin dejar rastro. No se sabe a ciencia cierta a dónde fue, podría seguir en Mónaco o quizá se haya ido a otro destino para pasar unos días libres. Lo que sí se sabe es que no está con su marido y esto plantea dudas de si está con su supuesto amante.
No sería la primera vez que el matrimonio principesco disfruta de su verano por separado. Curiosamente, tras estar todo el año distantes, apuestan por unas vacaciones individuales. Pese a las salidas y fotografías perfectas para mostrarse “felices”, estos son los gestos que hablan más de su alejamiento. Así pues, existe la creencia de que no es solo una crisis. La teoría de que se casaron por motivaciones personales y que nunca existió el amor está más vigente que nunca.
“Todo va bien en nuestro matrimonio”, decía la exnadadora a News24. “Estos rumores de divorcio son agotadores y no puedo entender de dónde vienen. Aparentemente, algunos medios o personas quieren vernos separados”, añadía. Este sería otro esfuerzo para desmentir lo evidente, de tergiversar las declaraciones de fuentes cercanas que aseguran que ella ha empezado una nueva vida que nada tiene que ver con lo que muestran.
Puede que, efectivamente, todo marche bien entre Charlene de Mónaco y Alberto. Al menos, como socios.