Mónaco vuelve a sonar. Hacía días, incluso semanas, que la monarquía monegasca estaba desaparecida y ahora vuelve a escena. ¡Y qué manera de volver!: ni más ni menos que con un cambio de look de Charlène. La princesa consorte del Principado no perdona y vuelve a mostrar otro de sus cambios de aspecto, esta vez de manera muy muy favorable. Parece que Charlène está ahora en la mejor de sus salsas y su estado de ánimo ha ido evolucionando a la par que su cara. Tras hace un par de años estar ingresada en una clínica suiza con mal aspecto tras sufrir una grave infección, retomar la vida pública le devolvió el ánimo y un mejor aspecto. Un aspecto que ha ido evolucionando hasta día de hoy, que luce despampanante.

Charlène privilegio de blanco Wikipedia

Hace unas semanas, en la final del torneo de Montecarlo, ya pudimos ver a la esposa de Alberto II de Mónaco radiante en el club de tenis, mostrando el mejor de sus looks y la mejor de sus sonrisas. Sus hijos, Jacques y Gabriella, la acompañaban y ella se mostraba risueña, algo que ha ido manteniendo en los últimos días hasta verla hace tres jornadas espectacular en los premios Maria Callas. Unos galardones que se entregaron el pasado viernes en la Ópera de Montecarlo y que premiaron, entre otros, a la cantante Nana Mouskouri como la mejor del mundo. Premio más que merecido, sí, pero todas las miradas estaban puestas en la ex nadadora sudafricana...

Charlène GTRES

Y es que Charlène iba teñida de morena en vez de ir teñida de rubia, como la habíamos visto últimamente, la última vez en la coronación de Carlos III de Inglaterra en la Abadía de Westminster. Preciosa Charlène que optaba por este lookazo castaño corto conjuntándolo con un estilismo que ni Agatha Ruiz de la Prada. Otro nivel el de la royal monegasca. 'Vanity Fair', expertos en esto de la moda, la clavan una vez más definiendo el vestido de Charlène: "un mono azul marino con pierna muy ancha y cuerpo de corte asimétrico que añade volumen con un adorno ondulado que comienza en el escote y termina en el hombro". Y todo combinado con una manicura negra y unos pendientes con diamantes en forma de flor. Brutalísima.

Las dos caras de Charlène en la coronación

El penúltimo acto público de los mandamases principescos fue la coronación de His Majesty The King Charles. En Londres aparecieron por partida doble: en la recepción real y en la coronación en la Abadía. Mientras algunos miembros de la realeza y la aristocracia europea escogieron ir a solo uno de los dos eventos, la pareja de Mónaco estuvo en los dos. En el primero de ellos se pudo, según referencia Michael Begasse en 'RTL News', ver a una princesa "radiante", mientras que en el segundo observamos a una Charlène más "cabizbaja y apoyada en su marido". "Parecía como si la hubieran intercambiado", subraya. Nos quedamos con la primera: la radiante. ¡Allez, Charlène!