Hace un par de semanas, la vida de Charlene de Mónaco parecía idílica, desempeñando su papel de esposa y madre durante sus vacaciones en Córcega, tal como lo capturaron las fotos exclusivas de la ‘Revista Pronto’. Sin embargo, en un repentino cambio de actitud, la princesa tomó una decisión drástica al eliminar su cuenta de Instagram.

En el ya inexistente perfil de Instagram, la esposa de Alberto II compartía fotos de eventos públicos y momentos familiares, especialmente de sus mellizos, Jacques y Gabriella, de quien se siente profundamente orgullosa, de modo que la eliminación de esta cuenta ha dejado a sus seguidores sin palabras. La prensa alemana ha interpretado esta acción como un signo de una posible crisis en su matrimonio con Alberto de Mónaco. De hecho, según la revista ‘Bild’, esto podría estar relacionado con un pacto secreto entre Charlene y Alberto, en el que ella renunciaría al control de sus redes sociales y de su equipo de comunicaciones a cambio de su libertad para mudarse a Suiza.

La vida de "pareja ceremonial"

Algunas publicaciones francesas, como 'Voici', van más allá y afirman que Charlene lleva residiendo en Suiza desde hace un tiempo, y que su relación con Alberto se ha convertido en una especie de "pareja ceremonial", limitándose a encontrarse únicamente en actos oficiales para cumplir con sus responsabilidades en el Principado, y solo se ven "con cita previa”. La reaparición de los rumores sobre problemas en la relación entre Alberto y Charlene coincidió con la celebración del 20º cumpleaños de Alexandre Grimaldi, el hijo menor de Alberto. En una fiesta privada, Alexandre se sentó al lado de Nicole Coste, madre del joven, y entre los invitados se encontraba Jazmin Grace, la hija mayor de Alberto.

El regreso solitario de Charlene a Sudáfrica

Recientemente, la princesa Charlene de Mónaco regresó a Sudáfrica para presidir la carrera Water Bike Challenge después de una prolongada ausencia de un año y medio en el Principado, debido a problemas de salud. Sin embargo, su regreso estuvo marcado por la notoria ausencia de su esposo, el príncipe Alberto, y sus hijos. A pesar de la carga emocional que conllevaba este retorno, Alberto prefirió cumplir con otros compromisos institucionales en Múnich, Alemania, para participar en el conocido festival de la cerveza Oktoberfest, donde tuvo un encuentro con su expareja, Nicole Coste, quien es la madre de su hijo Alexandre, mientras que los mellizos participaban en un evento de concienciación ambiental en Mónaco. Esto dejó a Charlene cumpliendo con sus deberes reales en solitario, lo que ha alimentado aún más las especulaciones sobre el estado de su matrimonio.

A pesar de los numerosos rumores y las especulaciones que rodean la relación entre el príncipe Alberto de Mónaco y la princesa Charlene, el soberano ha salido al paso para desmentir cualquier crisis en su matrimonio. Alberto sostiene que, contrario a las conjeturas, él y Charlene pasan juntos cada una de las 24 horas del día.