Antes de que Alberto de Mónaco se casara con Charlene Wittstock en el año 2011, el príncipe monegasco protagonizó una gran cantidad de polémicas debidos a sus sonados romances con algunas modelos como Claudia Schiffer y Naomi Campbell. Además, también fue conocido por su affaire con Lisa Marie Presley, Kylie Minogue, Monica Bellucci, Diana Ross, Tatum O’Neal y Angie Everheart. No obstante, el primer gran escándalo relacionado con su vida sentimental explotó en 1992, cuando Tamara Rotolo presentó una demanda de paternidad contra Alberto y, tras realizarse una prueba de ADN, reconoció a su primera hija Jazmin Grace. Sin embargo, Jazmin no sería la única hija ilegítima del príncipe Alberto, dado que él tuvo un segundo hijo producto de una relación con una azafata con la que le fue infiel a quien se convertiría finalmente en su esposa, Charlene de Mónaco.
Fue en el Encuentro Internacional de Natación de Montecarlo, realizado en el año 2000, cuando el líder de los Grimaldi conoció a la atleta sudafricana Charlene Wittsotck. Durante los siguientes dos años, la pareja siguió manteniendo el contacto y comenzaron a tener una relación un tanto compleja, dado que había 13.000 kilómetros de distancia entre ellos. Tras casi cinco años conociéndose y tres en una relación secreta, el romance entre Alberto y Charlene estuvo a punto de derrumbarse cuando ella descubrió que él la había engañado con la azafata Nicole Coste, quien anunció en 2005 que había mantenido una relación con el príncipe y que habían tenido un hijo juntos, Alexandre.
Como era de esperarse, esta noticia no fue del agrado de Charlene, así que ella consideró terminar su relación con él a causa de esta infidelidad, ya que Alberto confirmó la paternidad de Alexandre y le dio el apellido Grimaldi tras este escándalo. Sin embargo, a pesar de todo decidió perdonarlo y continuaron su relación y en 2006 la hicieron pública. El 1 de julio de 2011, Charlene y Alberto se casaron en una ceremonia realizada en el Palacio Grimaldi, un evento que tampoco estuvo exento de rumores porque se llegó a especular que la novia había intentado huir el día de su boda, pero fue descubierta y tuvo que seguir adelante con su matrimonio. Eso sí, no sin antes firmar un contrato prenupcial en el que se especificaba que Charlene debía dar a luz al heredero de la Corona y pasar al menos cinco años casada antes de pedir el divorcio. El 10 de diciembre de 2014, nacieron los mellizos de la pareja, Jacques y Gabriella Grimaldi.
Charlene de Mónaco ha sido excluida de los roles monárquicos de Mónaco
A pesar de haber soportado las infidelidades del príncipe Alberto, haberse convertido en la madre del príncipe heredero al trono y de haber dejado toda su vida atrás para enfocarse en su familia, Alberto de Mónaco ha tomado la decisión de dejar a su esposa lejos de cualquier rol monárquico en caso de que él fallezca antes de que sus hijos alcancen la mayoría de edad. En su lugar, Carolina de Mónaco se convertiría en la soberana de Mónaco hasta el ascenso al trono de Jacques Grimaldi.