Christian de Dinamarca se ha hecho mayor en un abrir y cerrar de ojos. Su mayoría de edad llegó justo antes del escándalo de infidelidad de su padre Federico con Genoveva Casanova. Un ciclón con consecuencias devastadoras: su padre se ha cargado a la abuela Margarita, su madre Mary estuvo a punto de largarse y, cuando tenía que comerse las uvas para saludar el nuevo año, se enteró de que escalaba posiciones en la línea sucesoria del país. De ser el heredero del heredero, a la pole position. Y viendo el pitote en el que vive instalado el nuevo monarca, quizás tendrá que coger las riendas antes de lo que piensa. Dinamarca se ha convertido en una caldera... y en una caja llena de sorpresas.
El país escandinavo es analizado con lupa desde el Estado español. Por varios motivos: porque la escapada extramatrimonial fue en Madrid, porque la dio 'Lecturas', porque se hizo pública durante el viaje oficial de Felipe y Letizia a Copenhague y, lo más importante, porque los líos amorosos de la corte hacen pensar, inevitablemente, en el escándalo Jaime del Burgo. La cabecera, que pasa de puntillas con la relación adúltera de la consorte asturiana con su excuñado, está extrayendo cantidades ingentes de información sobre los royals daneses. Una de ellas afecta al primogénito de Federico y Mary, y tiene que ver con su futuro sentimental y amoroso. Tendrá que seguir, sí o sí, sus pasos.
¿Cuáles? Evidentemente, no se trata de ser infiel a sus parejas, aunque parezca otra tradición milenaria de los Glücksburg. Lo que destaca la revista, tras consultar con medios locales, es que no podrá casarse con ninguna mujer (u hombre, aunque no sabemos cómo llevan este tema en concreto) de origen danés. Sí, sí, han leído bien: la Casa Real danesa está vetada para las mujeres del país. Una cláusula no escrita, pero que se ha cumplido desde tiempos inmemoriales: Mary Donaldson es australiana, el abuelo francés, la tía también francesa... "No hay un ejemplo previo en la Familia Real danesa. Sería algo en contra de la tradición". Y la tradición es algo más importante que el juicio o una sencilla ley.
Federico no autorizaría el matrimonio de su hijo con una danesa. Christian, por lo visto, tampoco tiene intención de romper la norma. Es joven, pero también consciente de la importancia de tener el apoyo de la ciudadanía, por lo visto bastante conservadora con respecto a la monarquía. Federico X ha empezado un reinado con su popularidad a niveles ínfimos, contrariamente al de la reina saliente o el propio heredero. Además, ya le ha visto las orejas al lobo: fue muy críticado por una serie de vídeos rompiendo la pista de baile durante su cumpleaños. Por lo tanto, mejor no marear la perdiz. Se casará con una extranjera. Cosa que, de alguna manera, lo acerca peligrosamente a Leonor. Sería un desenlace digno de novela. Continuaremos atentos, pero aquí puede haber tomate.