Las monarquías europeas tienen una guerra conjunta: la de la legitimidad. Cada día que pasa del s. XXI tienen menos sentido las cabezas coronadas y la representatividad heredada. La meritocracia de los espermatozoos corre peligro a cada escándalo real, y España es quien lo está haciendo peor. El rey durante 40 años es un defraudador fiscal confeso que suplica pagar para evitar la prisión. La guerra por la imagen España la tiene perdida y el espacio que deja la ocupa la otra gran monarquía: la británica. Kate Middleton será la Letizia del s. XXI, reina consorte. Y vista la pobre felicitación de Navidad de Zarzuela, hunde a Letizia. Comparen:

CHRISTMAS DE LOS DUQUES DE CAMBRIDGE

CHRISTMAS DE LETIZIA Y FELIPE:

Felicitación de Zarzuela, EFE

Son dos fotos icónicas de cómo están las dos Casas Reales. La británica vende felicidad, familia unida, niños naturales y futuro. La española esconde a los abuelos eméritos y a Felipe y Letizia y lo fía todo a dos niñas solas endomingadas y en un pueblo casi deshabitado con ademán formal, no sea dicho. No existe una sola foto de Leonor riéndose a carcajadas. Ninguna imagen de la heredera natural, como una adolescente cualquiera en un acto privado normal. Kate y el futuro rey Guillermo saben qué se espera de ellos. Mientras Leonor viste como una muñeca Pepona en el último acto del año:

Leonor y Sofía, EFE

El digital Jaleos, unionista hasta decir basta, siente envidia de la Casa Real inglesa: "En el más puro me estilo british royal, los duques de Cambridge y sus tres hijos posan ante una pila de leña y cono un look soft sin imposturas (...) el pequeño, Louis se ha convertido en el absoluto protagonista por esbozar una inocente sonrisa inmortalizada. Foto optimista y unida de la familia del heredero británico bien podría dar envidia en España". Lo que da envidia no es la pila de leña sino que Isabel II no ha confesado ser una choriza defraudadora fiscal.