Nadie habla de Claire Liebaert, pero es una de las personas que más está sufriendo con el interminable divorcio de Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón. Cuando parecía que la pesadilla había terminado, el todavía matrimonio ha roto las negociaciones. El exduque de Palma estaba contento porque finalmente él salía totalmente beneficiado. Según Juan Luis Galiacho, ya habría recibido el millón de euros en concepto de indemnización por el libro que le pidieron escribir y al que renunció, el otro millón lo recibiría una vez se firmase el divorcio, en un único pago o fraccionado. También vivo como su sueldo se incrementaba de los 6.000 euros acordados en la separación según las capitulaciones matrimoniales, a los 25.000 euros mensuales actuales. Y aún mantiene su escolta, otra de sus peticiones.
Sin embargo, Cristina, que todavía vive esta situación con mucho rencor, ya que se sintió humillada y traicionada por el padre de sus cuatro hijos, ha puesto una cláusula que no ha sido del agrado de Iñaki. Ella quiere comprobar si realmente su todavía marido ha cambiado y está realmente enamorado de Ainhoa Armentia. En el caso de casarse con ella, el exjugador de balonmano perdería todos los privilegios, además debería devolver los dos millones de euros. De esta forma sabrá si quiere el dinero de su familia o a la abogada.
La decisión más difícil de Iñaki Urdangarin: boda o dinero
Claire Liebaert siente mucho dolor por la situación a la que se ha llegado con acusaciones muy feas, ya que según el entorno cercano de Iñaki, cree que Cristina le ha sido infiel con otros hombres mientras estuvo en la cárcel. La octogenaria es muy mayor y su hijo intenta no darle disgustos. Para ella, la infanta es una persona muy importante y querida, tanto como uno de sus hijos. Siempre ha sido su principal apoyo y atravesó una depresión cuando le comunicaron que se divorciaban.
La madre de Iñaki desea que ambos lleguen a un acuerdo pronto para no hacerse más daño, ni ellos ni a su familia. Ahora mismo la tensión es máxima, y Cristina intenta desvincularse de Claire aunque le sepa muy mal.
Clarie está volcada en su hijo, es su máximo apoyo en estos momentos tan complicados en los que se encuentra entre la espada y la pared. La octogenaria habla en secreto con la infanta Cristina explicándole la situación e intentándola convencer para que lleguen a un acuerdo de divorcio satisfactorio para ambas partes y no se hagan más daño.