Bárbara Rey cobró millones de pesetas de parte de Juan Carlos I para garantizar su silencio. La artista fue amante del emérito durante varios años. Mantuvieron una relación extramatrimonial a espaldas de la reina Sofía. La emérita descubrió esta infidelidad por su hijo Felipe VI, quien le garantizó que vio a la vedette en varias ocasiones por palacio. El padre de las infantas Elena y Cristina paralizó la publicación de las fotografías de su relación con la madre de Sofía Cristo, pero hace un par de meses vieron la luz.
No es la única persona que Casa Real debe silenciar, Iñaki Urdangarin también recibe pagos millonarios por parte de Juan Carlos y la infanta Cristina, incluso Felipe y Letizia tendrían a otro detrás.
Cuando Felipe se enamoró de Letizia, la noticia no fue bien recibida por el entonces rey Juan Carlos. Al enterarse de la relación, el monarca movilizó a sus más cercanos colaboradores para investigar a fondo la vida de esa mujer que había captado el interés de su hijo. A Juan Carlos no le agradaba la idea de que Letizia fuese otra plebeya, y menos aún que estuviera divorciada de un antiguo profesor de instituto o que ejerciera como periodista. La única característica que parecía atenuar su desagrado era que Letizia, al menos, era española y originaria de Asturias. Sin embargo, su vida presentaba ciertos aspectos controvertidos que, de hacerse públicos, podrían dañar la imagen de la Corona. Felipe VI, decidido a proteger a su futura esposa, tomó medidas para encubrir algunos de esos episodios, los cuales Letizia le confesó en un gesto de honestidad, incluyendo presuntos abortos que había tenido en el pasado.
El periodista Jaime Peñafiel, conocido como uno de los críticos más acérrimos de la Casa Real actual, ha sido un defensor ferviente del reinado de Juan Carlos I y un detractor constante de Letizia. En sus publicaciones, Peñafiel suele presentar a la reina como la antagonista principal de los conflictos en la monarquía. Su último libro, titulado Letizia y yo y publicado el 21 de noviembre, es una nueva embestida contra la consorte de Felipe VI. Según el cronista, esta obra busca ofrecer "una obligada aportación para que se conozca la verdad sobre la vida de una mujer cuya existencia es distinta a la de los demás españoles, únicamente por su condición de consorte del rey".
Casa Real silencia a Jaime del Burgo
Entre los personajes destacados en el libro figura Jaime del Burgo, exmarido de Telma Ortiz, la hermana de Letizia. Del Burgo intentó en su momento cortejar también a Telma, aunque sin éxito. Fue testigo de la boda de los reyes y en los últimos meses ha mantenido comunicación con Jaime Peñafiel, compartiendo información relevante sobre la vida privada de la reina y de su entorno.
Del Burgo asegura haber intentado frenar la abdicación de Juan Carlos I, la cual, según él, fue impulsada por Letizia. "Días antes de la ceremonia de abdicación, traté de evitarla mediante una conversación con el jefe de la Casa Real. Sin embargo, la información que transmití no llegó al destinatario; por el contrario, fue utilizada para facilitar su renuncia", explica. Añade que este episodio podría incluso ser objeto de un análisis jurídico sobre el consentimiento en esa histórica abdicación. Para él, el trato hacia el anciano rey fue inhumano, comparándolo con un destierro en sus últimos años de vida.
Además, Del Burgo relata que su casa en Genthod, cerca de Ginebra, fue desvalijada por el CNI, que buscaba documentos sensibles. Esos documentos, según afirma, siguen protegidos en una caja fuerte bajo estrictas instrucciones de ser revelados solo en caso de su muerte accidental o prematura. Este incidente, añade, lo dejó profundamente afectado, pero reafirmó su determinación de defender su memoria frente a las adversidades.