El regreso de Juan Carlos I a España no es solo una cuestión de deseo familiar, sino también una medida estratégica y política fundamental para la estabilidad de la monarquía. Desde su salida a Abu Dabi, el rey Felipe VI ha estado marcado por una gran preocupación: el temor a que su padre fallezca fuera de España, lo que podría provocar un daño irreversible en la imagen de la Casa Real. La muerte de Juan Carlos I en tierras extranjeras sería un acontecimiento muy delicado para el reinado de Felipe VI, ya que la repatriación de sus restos tras un deceso en el exilio podría ser vista como un gran escándalo.
Durante los últimos años, la monarquía ha trabajado en el mantenimiento de su imagen y en preservar el futuro de la heredera, Leonor. Felipe VI, al tomar la difícil decisión de exiliar a su padre, actuó en función de la estabilidad de la institución. Sin embargo, este alejamiento ha causado un profundo dolor personal, además de generar una serie de tensiones familiares. Desde ese momento, Juan Carlos I ha mantenido un perfil bajo, y su regreso a España ha estado estrictamente condicionado.

Juan Carlos I aumenta la frecuencia de sus visitas a España
Aunque el rey emérito ha realizado algunas visitas a su país natal, cada uno de estos viajes ha estado rodeado de un control meticuloso por parte de Felipe VI. Las escapatorias del rey emérito al foco mediático se han mantenido al mínimo, con una agenda estricta que requiere la aprobación de su hijo antes de cualquier movimiento importante.
Mientras tanto, Felipe VI sigue con una profunda inquietud respecto a la salud de su padre. Con 87 años, Juan Carlos I ha mostrado claros signos de declive físico, lo que ha encendido las alertas dentro de la familia real. La promesa que Felipe le hizo en su momento, de permitirle regresar si sufre una enfermedad terminal o si requiere una operación urgente, sigue siendo la principal condición para que se dé el regreso del rey emérito a España.

Se pone en marcha la creación del protocolo para el regreso definitivo de Juan Carlos a España
Los informes médicos han señalado que el cuerpo del monarca está en claro deterioro, y la idea de acabar sus días en una silla de ruedas le resulta devastadora, pues siempre se ha visto como un rey activo y firme. Este contexto ha hecho que el CNI ponga en marcha una operación secreta denominada "Poniente", cuyo objetivo no es solo el regreso físico de Juan Carlos I, sino también la gestión de su imagen de forma controlada y estratégica. Esta operación busca garantizar que su retorno no se convierta en un punto de fricción dentro de la familia real y, sobre todo, que no se transforme en un arma para aquellos que podrían usar su figura como ataque a la monarquía.
Con la operación Poniente, se pretende que el regreso de Juan Carlos I se realice de una manera organizada y sin que se desborden los límites de lo que se considera aceptable para la Casa Real. Este esfuerzo no es solo por la salud del monarca, sino también por la protección de la familia real frente a los posibles frentes que puedan abrirse ante la presencia del exrey en territorio español. Cada paso se está tomando con la intención de evitar que cualquier escándalo o conflicto relacionado con él afecte aún más la imagen pública de la institución.