Para todos, Jaime del Burgo era la pareja de Telma Ortiz, pero a finales del año pasado reapareció en la vida de Letizia como un fantasma del pasado y destapó toda la verdad. El abogado ha desvelado el secreto más oculto de Zarzuela de la última década. Se le pagó por su silencio, pero por alguna razón que hasta ahora se desconoce, todo apunta a una campaña de desprestigio a la reina, el ex de su hermana contó que la monarca había sido infiel a Felipe VI durante varios años con él.
Desde el descubrimiento de esa infidelidad se han hecho públicas muchas teorías. En 2012 los reyes vivieron una crisis profunda, de hecho, estuvieron valorando la posibilidad de anunciar su divorcio, dejando claro que son una monarquía más moderna que la que representó Juan Carlos y Sofía. Los medios de comunicación ya tenían la noticia preparada, pero finalmente no vio la luz. En vez de anunciar su divorcio, prefirieron seguir los pasos de los eméritos y cesar la convivencia. Como comenta Pilar Eyre, ahora mismo son un equipo de trabajo y hacen su vida privada por separado.
Juan Carlos I encargó al CNI hundir a Letizia
Jaime del Burgo decidió romper su silencio para dañar la imagen de Letizia, posiblemente por venganza. Aseguran que es una persona muy rencorosa. Enrique de Diego asegura a Laura Rodríguez que se creó la conocida internamente como Operación Gamma, de Gambito de Gamma, ordenada por Juan Carlos I al CNI para acabar con la relación de los entonces príncipes de Asturias.
Juan Carlos I no quería que Felipe VI se casase con Letizia porque era una plebeya, divorciada de su profesor de instituto, a quien conoció con 17 años, de padres divorciados, agnóstica confesa y presentadora de informativos, creía que traería muchos problemas. Por ello pidió a sus amigos del CNI su colaboración. Quería que le facilitaran información del pasado de la asturiana para ejercer presión mediática —como ya hizo con Isabel Sartorius y Eva Sannum— y hundirla, que se fuera por sus propios medios, pero era una mujer demasiado ambiciosa. No iba a ceder ante esos chantajes.
Muchos periodistas se encargaron de investigar a Letizia y airar toda la información de su pasado. Es una campaña de desprestigio contra la monarca para acabar con ella, según Laura Rodríguez. Felipe VI fue quien se enteró de esta estrategia de Juan Carlos I y la frenó.