Los testimonios recientes de Jaime del Burgo han puesto en el centro de la polémica a la monarquía española. Según sus declaraciones, la reina Letizia habría sido infiel al rey Felipe VI durante un largo período, lo que sería el verdadero origen de sus problemas matrimoniales que comenzaron en 2013. Esta versión contradice la narrativa ‘oficial’ que culpaba a la presión de Letizia para alejar a la infanta Cristina de la casa real. La imagen de la reina, que anteriormente se había presentado como una figura moral al criticar las conductas de Juan Carlos I, ahora se ve seriamente comprometida por esta supuesta traición.
Anteriormente se habían mencionado historias relacionadas con infidelidades en las que estuvo involucrada Letizia. Y una de ellas destaca especialmente: su presunta aventura con un hombre casado y con hijos mientras estaba en México.
La juventud movida de la reina Letizia en México
Durante su juventud, Letizia fue conocida por su afición a la vida nocturna y a los encuentros casuales. Según Pilar Eyre, Letizia se recorría a dedo los campings de la Costa Brava, donde tenía una vida sexual activa. Mientras que, en México, se dice que tuvo varias relaciones breves. Pero es la del hombre casado la que ha cobrado especial relevancia y ha sido cuidadosamente ocultada por la Casa Real.
El hombre en cuestión, según se especula, era su jefe en el periódico Siglo XXI. Jaime Peñafiel, en su libro "Letizia y yo", describe una conversación con la esposa del amante de Letizia, quien relató cómo descubrió la infidelidad de su marido con la entonces periodista española. "Soy la esposa del director de Siglo XXI, el periódico donde Letizia trabajó durante su estancia en Guadalajara en 1995", empezó la mujer en una llamada que realizó a Peñafiel en 2014. En su relato, insinuó que Letizia había utilizado su relación con el director para avanzar en su carrera, lo que llevó al divorcio de la pareja y reveló la relación clandestina.
La ex mujer del hombre con el que Letizia mantuvo una relación en México amenaza con hablar
Para proteger la imagen de Letizia y la estabilidad de la monarquía, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), bajo las órdenes de Juan Carlos I, intervino para silenciar a la esposa del amante. Aunque el periodista optó por no hablar para evitar problemas en su carrera, su esposa estuvo a punto de revelar la verdad por resentimiento. Existían fotografías y vídeos que podrían haber probado la relación, y el CNI tuvo que llevar a cabo una negociación delicada para evitar que estas pruebas salieran a la luz.
A pesar de los esfuerzos del CNI, la situación aún no está completamente resuelta. La esposa del amante de Letizia asegura que todavía guarda las pruebas de la relación y que varios medios de México, donde siguen este culebrón con mucha atención por el pasado de la reina en el país americano, están interesados en publicarlas. Esta amenaza latente representa un nuevo desafío para el CNI, que debe seguir protegiendo la imagen de la reina Letizia mientras enfrenta el riesgo constante de que estos secretos se revelen.