El día de hoy promete ser una auténtica tortura. Si no teníamos suficiente con ver a Leonor hasta en la sopa durante el mes de octubre, con la jura de bandera, el desfile del 12 de octubre, los premios Princesa de Asturias y la visita al 'Pueblo Ejemplar de Asturias', este martes 31 de octubre será interminable. La hija de Felipe y Letizia cumple hoy 18 años, llega a la mayoría de edad, y lo celebrará con la familia en El Pardo. Antes, recepción a las autoridades en el Palacio Real y todavía antes, se acaba de terminar, la jura de la Constitución de la protagonista del día en el Congreso de los Diputados, acompañada de su familia y ante los diputados que han asistido al hemiciclo.
La princesa llegaba poco después de las once de la mañana a la Carrera de San Jerónimo, dispuesta a vivir su momento en el Congreso. Iba en un coche diferente del de su padre, como dicta el protocolo y las medidas de seguridad reales. La acompañaba su hermana pequeña Sofía y cuando ha salido del coche, hemos visto el outfit escogido por la ocasión, un fallido traje de chaqueta y pantalones blancos. Lo más importante, sin embargo, no es qué llevaba la heredera, sino de dónde ha salido. El vehículo de donde ha salido Leonor con su hermana, el coche que las ha llevado hasta el Congreso. Un Rolls Royce. Pero no uno cualquiera, sino un Rolls Royce franquistas heredados del dictador, una demostración más de la poca vergüenza de la monarquía española, que no se esconde:
Después de la repugnante imagen, el paripé de la princesa en el Congreso, con todos los diputados haciendo de palmeros escuchando al rey y la princesa pronunciando sus discursos, y después, una vez jurada la Constitución, los aplausos de rigor por parte de todos los diputados. Unos aplausos que no se acababan nunca. Unos aplausos eternos y pelotas hacia la heredera. Unos aplausos que han provocado un comentario inesperado en la transmisión que hacían en TVE.
Sin ser conscientes de que estaba el micro abierto, una de las comentaristas, la presentadora Sílvia Intxaurrondo, ha soltado un explícito "Oye, cuánto dura, ¿no?..." Es lo que pensábamos todos, pero oírlo decir en la transmisión de Televisión Española ha llamado la atención de los espectadores. Después, para disimular, han dicho al acabar: "...Pues esa largísima ovación que ha recibido la princesa Leonor...". Y tan larguísima... Como el día de hoy donde tendremos a Leonor hasta en la sopa.