Los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, llevan unos cuantos días ya de vacaciones en Palma. Días donde las niñas han hecho una escapada con un grupo de amigas en un yate, días donde Felipe ha ido día sí día también a navegar y a regalarse festines con los amigotes, días donde Letizia ha lucido sus mejores galas con vestidos carísimos, días donde han hecho una recepción institucional a las autoridades y la sociedad balear con más de 600 personas disfrutando de un menú pantagruélico en Marivent, días donde no se privan de nada. Ni ellos cuatro ni la reina emérita Sofía, que hace siglos que sigue sin oficio ni beneficio gastando a tutiplén. Y no hay que hablar del rey Juan Carlos, la pasta que cuesta su retiro dorado en Abu Dhabi y el viajecito a Sanxenxo. Y eso solo en verano.
El resto del año, no quieran imaginarse el pastizal que cuesta todo el tren de vida de los Borbones. El monarca, en teoría, percibe un salario de 258.927 euros anuales, con un patrimonio de más de 2 millones y medio euros. Un dinero que no es moco de pavo, y que procede, ¿lo adivinan?, de los bolsillos de los ciudadanos que pagamos religiosamente para que los Borbones puedan seguido chupando del bote. Por eso, con todo este panorama, sorprende alguna de las exigencias que Felipe y Letizia aplican a todos aquellos trabajadores que quieran trabajar en Zarzuela. Y es que Voz Pópuli ha recordado "una serie de criterios de actuación a seguir tanto para la Familia Real como para los empleados -civiles y militares- de la reina Letizia y Felipe VI". Normas de conducta y condiciones sine qua non, un "Código de Conducta" para el personal de la casa.
¿Qué se lee en el Código de Conducta para trabajar para los reyes?: cosas como "no revelar ninguna información que puedan averiguar gracias a trabajar para la reina y el rey o no intervenir en operaciones financieras o negocios jurídicos con personas o entidades que puedan suponer un conflicto de intereses". Destacan también los cuatro "principios generales", obligatorios para los trabajadores, que son "1) velar en todo momento por los intereses de la Constitución; 2) durante la jornada laboral los empleados deberán ejercer con objetividad, integridad, neutralidad, responsabilidad, imparcialidad, confidencialidad, dedicación al servicio público, lealtad, ejemplaridad, austeridad, accesibilidad, eficacia, honradez, protección del entorno medioambiental y respeto a la igualdad entre mujeres y hombres; 3) apoyar a Su Majestad y la reina y al resto de la Familia Real en sus obligaciones institucionales y 4) fomentar el trabajo en equipo y el espíritu de cooperación para conseguir un mejor rendimiento".
Llama la atención, especialmente, una palabra que ha indignado a muchos. Y es que fíjense cómo en el punto 2 encontramos la palabra austeridad. Austeridad que exigen a los trabajadores de Zarzuela cuando ellos y el resto de Borbones (ya no digamos Juan Carlos, Victoria Federica o Felipe Juan de Todos los Antros) dilapidan fortunas para seguir con sus vidas de ninis. ¿Austeridad?... La que tengo aquí colgada. Como diría aquel, manda huevos... Y ya no entremos en detalle de otras condiciones que reclaman a sus trabajadores que ellos se han pasado sistemáticamente por el forro durante años y años, como honradez, ejemplaridad, neutralidad o responsabilidad... Nuevamente, la poca vergüenza de los Borbones, el ejemplo más paradigmático de aquel dicho que dice: Consejos vendo que para mí no tengo.