Este fin de semana Felipe VI ha tenido una agenda llena para el Día de las Fuerzas Armadas. Un desfile que se celebra cada año en una ciudad itinerante y este año el desfile militar se ha hecho en Granada, el sábado. Allí fue Felipe acompañado de su mujer, Letizia, y uniforme militar blanco que tenía muy buena pinta. En lugar del verde militar, blanco siempre hace más lucido. Pero Felipe no preparó toda la maleta con el mismo gusto. Se dejó una ropa para salir a cenar que era espantosa. La ropa de civil, cuando nadie lo mira, es totalmente fea, vieja, descoyuntada, de otra talla y hortera. Lo ha revelado el restaurante donde fue a cenar sin Letizia. La fila es de Papitu va de corto:
Chaqueta y pantalones descoyuntados y color horror, cinturón antiguo y a la altura de los sobacos, camisa blanca y para de contar. Clásico pero nada elegante. Un cuadro. Y el ademán también es poco estiloso. Los del Restaurante Las Tinajas de Granada quisieron ser agradecidos con la visita de su majestad: "Una noche real en Las Tinajas La presencia de Su Majestad en Las Tinajas fue un acontecimiento que quedará grabado en nuestra memoria y en el corazón de cada miembro de nuestro equipo. Fue un reconocimiento a nuestra pasión por la gastronomía y a nuestro constante compromiso con la excelencia Nos sentimos profundamente agradecidos por la confianza que Su Majestad depositó en nosotros al elegir nuestro restaurante. Su visita ha sido una fuente de inspiración y motivación para todo nuestro equipo. Queremos agradecer a cada uno de ustedes que nos acompañaron durante este fin de semana. Fue un honor poder servirles y compartir con ustedes la magia de Las Tinajas. ¡Gracias por ser parte de esta historia y ser una parte fundamental de Las Tinajas!". Muy cortesano y ni dicen qué cenó o si pagó la cuenta.
¿Dónde estaba Letizia? Lejos de tan mal gusto. Fue a Granada pero solo al desfile. Adiós. La revista Hola revela qué cenó Felipe: "menú que le sirvieron compuesto por quisquillas de motril, alcachofas salteadas, las típicas habitas con jamón granadinas, croquetas de rabo de toro con chocolate, rape en salsa mozárabe y de postre, piononos. Como bebida, eligió un vino reserva de la Denominación de Origen Ribera del Duero, Convento de Las Claras. Cenó en el salón principal, con el resto de público que estaban atónitos por el ilustre comensal que tenían".Todo muy loable excepto el look. espantoso. Tan campechano como el padre: "El Rey se hizo fotos con todos los camareros y el equipo del establecimiento y se mostró “súper amable”, llegó al local andando lo que provocó un gran revuelo entre la clientela “cruzó la terraza, que estaba llena de gente y se paró prácticamente en cada mesa a saludar a todo el mundo, hablaba con los niños, estaba simpático y sonriente”. Llegó a pie al restaurante. Qué acierto cuando podría llegar en paracaídas. A Hola todo le parece loable.