Si hay dos personas en toda España que viven como en una burbuja, sobreprotegidas (y nos quedamos cortos), y bajo las cuales su madre ejerce un control casi exhaustivo, estas son la princesa Leonor y la infanta Sofía. Las dos hijas de Felipe y Letizia no hacen nada que la reina no tenga bajo control. Y cuando osan saltarse los consejos de la madre, hay preocupación en palacio. La hija mayor, ya con dieciocho años, empieza a saltarse a la torera las prescripciones de Zarzuela y ya la hemos visto de marcha en más de una ocasión por alguno de los locales de fiesta de la noche de Zaragoza, donde va cada vez que en la academia militar tienen permiso para hacerlo, y donde ya se la ha visto vapeando, perjudicada en uno de los lavabos y dándolo todo en medio de la pista bailando con el resto de cadetes de promoción. De momento, a su hermana pequeña no se la ha visto todavía de fiesta, pero todo llegará.
Sofía está estudiando el bachillerato en el mismo internado que su hermana mayor, en el UWC Atlantic College de Gales, donde está dos años y donde está haciendo muy buenas migas con sus compis de promoción. De momento, no se le conoce ninguna pareja, noviete, novieta o lo que sea dentro de aquellas paredes. Tampoco se la ha visto, aunque se tiene constancia que ha participado, en ninguna de las actividades de ocio que se están llevando a cabo en el centro, más allá de las obligatorias clases. Y es que el celo de los Borbones para que no se muestre ni una imagen de la joven está haciendo su efecto. Pánico de la dirección del college a que trascienda la más mínima imagen de la infanta haciendo lo que no toca. Una recomendación que hasta día de hoy, se había mantenido a rajatabla, pero que una compañera del centro se ha saltado.
De momento, solo habíamos visto a Sofía en Gales así, con unas imágenes facilitadas por Casa Real. Ahora la hemos visto, aunque no su cara, gracias a una foto que ha publicado en redes una compañera suya, aprovechando que este lunes ha sido su cumpleaños y la hija pequeña de Letizia y Felipe ha soplado 17 velas lejos de su familia. De la celebración se ha hecho pública una foto de una colega que ponía en inglés: "Es una pena que no podamos publicar tu cara"... Pero nadie ha dicho nada de su espalda o de sus pies, con unos calcetines que ya llevó Sofía anteriormente. Desde el UWC Atlantic College decidieron prohibir a los alumnos hacer fotos de la infanta, tal como recuerda Monarquía Confidencial, "en cualquier lugar y momento del día en el centro escolar", tal como se hizo hace dos años con su hermana mayor Leonor, para garantizar su privacidad y tener contenta a la familia real española. Pero nadie ha dicho nada de la espalda.
Normalmente los alumnos están avisados y no se atreven a saltarse la norma de las fotos, pero "Fue su cumpleaños y querían tener un detalle", explican fuentes al citado medio. La mejor amiga de Sofía "se ha 'saltado' la prohibición", a pesar de que “La dirección del centro no ha impuesto sanciones a la alumna y amiga de Sofía ya que no se ha tenido en cuenta esa acción. No se la ve el rostro en ningún momento, pero se la identifica por unos calcetines que llevó el mismo día que se despidió de sus padres en La Zarzuela, antes de partir a Gales”. La autora de la foto, delante de un espejo, con Sofía escondiéndose a su lado de espaldas, "tratando de evitar incumplir por completo la normativa del colegio", tal como se ve en esta imagen de una cuenta de Instagram que sigue el día a día de las jóvenes Borbón.
Entendiendo los motivos de la amiga de Sofía, la foto es ridícula, y todo por culpa de la imposición de los padres, que no pueden tolerar una imagen natural, de su hija celebrando el cumpleaños con sus amigas, y que para evitar que se la vea en una situación absolutamente normal y corriente, se tiene que poner de espaldas con la sudadera cubriéndole la cabeza. Felicidades a Sofía por el cumpleaños y felicidades a los padres por la esperpéntica imposición.