La princesa Leonor ha completado su primer año en la Academia Militar de Zaragoza. Un año en el que ha completado dos cursos, gracias a su condición “especial”, definida para los miembros de la familia real de la que también se benefició el rey Felipe VI cuando pasó por el ejército.
El último día en el que Leonor vistió el uniforme de camuflaje fue el pasado 7 de junio. Ese día Leonor concluyó sus últimas maniobras, llevadas a cabo en Segovia. La princesa de Asturias, junto a sus compañeros, enfrentó unas maniobras particularmente exigentes. Fueron ejercicios que implicaban el uso combinado de fuego y movimiento, y demandaban una capacidad de sufrimiento notable para superar las duras pruebas y progresar adecuadamente.
Leonor, muy interesada en el ocio nocturno
Tras la dura jornada los cadetes compartieron mesa, y allí, según fuentes cercanas a la Academia General Militar (AGM), recogidas por Monarquía Confidencial, Leonor mostró un interés inusitado en la vida nocturna de Segovia.
Durante una comida, organizada de tal manera que los alumnos de segundo curso se mezclaran con los de quinto, Leonor entabló conversación con un compañero alférez de quinto curso. Y según informa MC, le preguntó directamente sobre locales nocturnos para salir de fiesta en la ciudad. “Nos preguntó sobre nuestra experiencia en la Academia y le interesaba saber dónde salir de fiesta”, comentaron después algunos compañeros de último curso.
El interés de Leonor por la vida nocturna de Segovia ha sorprendido a muchos. Si bien es natural que una joven de su edad busque diversión, su posición y responsabilidades exigen un comportamiento intachable.
Lo que no cuentan sobre la princesa Leonor como alumna de la Academia Militar
Pero estas no son las únicas revelaciones. Las informaciones acerca del rendimiento académico de la princesa siempre han sido positivas. Quienes se han referido a ello han hablado de buenos resultados, dejando a Leonor como una de las mejores estudiantes.
Sin embargo, e pesar de las afirmaciones oficiales que la presentan como una alumna ejemplar, Monarquía Confidencial ha descubierto otra versión de los hechos. Según algunas fuentes internas de la Academia de Zaragoza, Leonor no ha estado rindiendo al nivel esperado. “Alguna vez se duerme en clase. Además, sus calificaciones no han sido tan altas como se esperaba”, revelaron.
La presión y las expectativas sobre Leonor son inmensas, dados su estatus y la tradición militar de la familia real. Estos informes ponen en duda la imagen pública de una estudiante perfecta, mostrando que la princesa también enfrenta dificultades. Las revelaciones sobre sus calificaciones y su comportamiento en clase han generado preocupación y especulaciones sobre su compromiso con su formación militar.