Leonor no está pasando por su mejor momento. La travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano debía ser la mejor aventura de su vida, pero se está convirtiendo en un auténtico infierno del que quiere salir. Han pasado tres meses de navegación y falta la mitad. En dos semanas podría tomarse un pequeño descanso aprovechando el cumpleaños de la infanta Sofía. Letizia quiere que su hija esté presente en la celebración de la mayoría de edad de su hermana pequeña.
La reina ya no quería que su hija realizase la formación militar, pero para Felipe VI era un requisito indispensable para cualquier Jefe de Estado. No se contemplaba ninguna otra opción. Ya ha pasado por dos ejércitos y solo le queda un tercero. Pero sus problemas a bordo del buque escuela están haciendo que su estado anímico decaiga.

El pasado 11 de enero se embarcó en esta travesía con tres semanas por delante sin poner un pie en tierra firme. El tiempo que se tarda en barco de España a Brasil. La princesa, a diferencia de sus compañeros, no estaba preparada para esta misión. Recibió toda la preparación en tres meses, mientras que los guardiamarinas lo hicieron en tres años. Por ello, las primeras semana sufrió fuertes mareos y vómitos, además de algún que otro traspiés realizando la guardia en la cubierta que le provocó algunos moretones.
Pero la peor parte de la travesía la ha vivido fuera del buque escuela. En San Salvador de Bahía fue descubierta en compañía de un compañero en una fiesta previa a carnaval, algo que hizo sospechar que podría ser su nueva pareja. El fotógrafo aseguró que se besaron, pero no hay ninguna imagen de ese momento. Por otro lado, en Montevideo le realizaron una sesión de fotografias tomando el sol en bikini. Esas imágenes vieron la luz la semana pasada mientras ella llegaba a Valparaíso. Y en Chile un centro comercial difundió imágenes de sus cámaras de seguridad. Un delito, ya que vulnera la intimidad y la privacidad de la hermana de Sofía.
Leonor está agobiada por la situación, Felipe VI y Letizia han intervenido
A finales de la semana pasada la princesa desembarcó en Valparaíso y se la vio con una actitud totalmente diferente a la de sus últimas apariciones. Vio la portada de ‘Diez Minutos’ mientras navegaba. Las fotografías son normales y acercan aún más a la hija de Felipe VI a la ciudadanía. No está enfadada pero está muy agobiada con la situación, algo triste.
Se está publicando demasiada información sobre ella y se está viendo saturada. Cada vez que sale a puerto tiene un nuevo lío. Está cansada de la persecución de los paparazzis. Ella solo está realizando su formación militar, un deber para ser Jefa de Estado. Felipe VI y Letizia le brindan todo su apoyo.

La joven ha recibido tratamiento psicológico ante esta situación, tal y como han destapado algunos de sus compañeros a sus familias. La han visto llorar, anímicamente no está bien. Es mucha presión para ella. Está muy débil. No tiene ni fuerzas ni ilusión.