Leonor está pasando una mala época. Sabía que la formación militar sería obligatoria para ella como futura reina de España, y pensó que el viaje en el buque escuela Juan Sebastián Elcano descubriendo mundo sería la parte más enriquecedora, pero no ha sido así. Los compañeros de la princesa aseguran que no está bien y tiene muchas ganas de volver a Madrid con los suyos. Se le están haciendo unos meses interminables.
Este viaje también formó parte del programa de Juan Carlos I y Felipe VI, pero en su caso era diferente, ya que ellos gozaron de mayor privacidad e intimidad. No existían teléfonos móviles y mucho menos que permitiesen grabar y publicar el contenido de forma casi instantánea en las redes sociales. Leonor se enfrenta a un mundo totalmente diferente, y no estaba preparada para tal fin. En el caso del buque escuela, la hermana de Sofía recibió solo tres meses de instrucción mientras que sus compañeros llevan tres años preparándose. Pero lo peor llega cuando sale del barco.

Letizia está muy preocupada por la salud mental de Leonor ante los últimos acontecimientos
Los 75 guardiamarinas tienen días libres cada vez que lleguen a un puerto y aprovechan para recorrer la ciudad, hacer alguna visita de interés turístico y desconectar de tantas maniobras y de semanas de encierro en alta mar. En Brasil, la princesa salió con un compañero a ver las fiestas previas a carnaval, un fotógrafo la capturó sin conocerla y aseguró que había mostrado una gran complicidad con el joven, otorgándole una pareja. En Montevideo la fotografiaron tomando el sol en bikini en una playa con sus compañeros. La semana pasada se publicaron estas polémicas imágenes en una conocida revista. Y en Punta Arenas se derramó la última gota del vaso. Un centro comercial difundió las imágenes de las cámaras de seguridad vulnerando su privacidad e intimidad y las de sus compañeros, por ello Casa Real tomó medidas drásticas interponiendo una demanda y haciéndolo público.
Por ahora en Valparaíso ha estado mucho más tranquila y relajada, aunque se le ha visto muy seria y agobiada. Está más triste. Teme mucho por seguridad aunque lleva a su alrededor a cinco escoltas.
Letizia está muy preocupada por el estado anímico de su hija, siempre comprometida con los problemas de salud mental, no quiere que esta travesía le afecte psicológicamente. Se puede comunicar con ella mediante satélite. Aunque cuando está en tierra firme aprovecha para llamarla varias veces al día. Compañeros de la princesa aseguran que recibe hasta cinco llamadas diarias. Por la mañana, a media mañana, a la hora de la comida, por la tarde y por la noche antes de acostarse.
