La princesa Leonor está viviendo una nueva vida desde que aterrizó en la academia militar de Zaragoza (donde, por cierto, todavía lucen sin vergüenza un tapiz en honor a Franco). Se ha soltado, los que la conocen y su entorno dicen que parece otra, lejos de la obsesión controladora de su madre, lejos de los Borbones y los palmeros, lejos de Zarzuela. La princesa está encantada de la vida en un entorno marcial, rodeada de sus compis de prácticas, con los que comparte barracones, se arrastra por el barro y hace un apunta y dispara que, por cierto, se le da muy bien, ya que los instructores destacan que tiene mucha puntería y se le dan de maravilla las prácticas de tiro. Y no solo eso: también está descubriendo una nueva vida, más social, más empática, no tan hermética y dejando en el cajón los vestiditos fifis. Ahora la heredera viste de gala con lo que ella quiere, se va a cenar con los amigos y se va de fiesta hasta altas horas de la madrugada a discotecas donde baila hasta que salga el sol, y donde cae también algún que otro gin-tonic.
Veremos qué le depara el futuro a la hija de Felipe y Letizia. Pero con respecto al presente, hay quien ya le busca comparaciones con otros royals. Y un nombre que suena con fuerza los últimos tiempos ha sorprendido a todo el mundo. Porque la comparan ni más ni menos que con la que probablemente sea la persona más famosa dentro de cualquier monarquía europea de las últimas décadas. Si me apuras, mucho más incluso que la reina Isabel II. Hablamos de una compatriota suya, familia política de la reina de Inglaterra (su nuera), exmujer del actual rey británico y madre de quien probablemente lo sea algún día. Hablamos, evidentemente, de la princesa del pueblo, Lady Di, Diana de Gales.
Diana Spencer, icono absoluto del siglo XX, amada por todo el mundo, especialmente por sus vecinos, y odiada por la familia real británica. Un ser de luz, hipnótico, empático, que allí donde iba generaba avalanchas de saludos, flashes, paparazzi, gente perdiendo la cabeza por saludarla, que era la cara visible de diferentes ONGs, que era, sin ningún tipo de duda, la persona más famosa del mundo, y que incluso tuvo una muerte trágica muy antes de tiempo, accidente fatal en París con solo 36 años. Pues hay quien ve a Leonor como la nueva Lady Di... Y no (o y no solo) por algún estilismo...
Tal como recoge Monarquía Confidencial, algunos analistas y expertos han osado "comparar la figura de Leonor de Borbón con la de Diana de Gales. No tanto por la manera de ser, o incluso por la elegancia en el vestir, cuando sí por la ilusión que despierta en la ciudadanía, y más aún en las nuevas generaciones". ¿Qué dicen para ver estas similitudes?: "“Leonor tiene un carisma especial, es cercana, siempre se apoya en sus padres y desprende seguridad y compromiso. Los jóvenes -añaden- se identifican mucho con la princesa de Asturias y los reyes están estudiando cómo acercarla más a la sociedad”... Lo que no dicen es que Lady Di puso patas arriba la monarquía británica... No creemos que Felipe y Letizia estén dispuestos a que la niña haga traquetear la institución. Una Lady Di, por cierto, que tildó a un Borbón, Juan Carlos, de "sobón", cuando fueron a Madrid con el Príncipe Carlos. "La princesa tiene que salir del cascarón", dicen fuentes próximas en torno a Zarzuela... ¿Saldrá tanto del caparazón como Lady Di?