Para las celebridades, figuras públicas y la realeza, las decisiones personales a menudo se convierten en temas de interés mediático. Uno de los casos más comentados en los últimos años ha sido el de Meghan Markle y el príncipe Harry. Su historia de amor, marcada por la ruptura con la familia real británica, captó la atención de millones. Sin embargo, recientes rumores sugieren que la exactriz estableció una condición crucial para continuar su relación.
Hace más de un año que la corona británica publicó un comunicado que generó incertidumbre, pesar y muchas preguntas. Se trató del diagnóstico de cáncer inesperado del rey Carlos III. En medio de una operación, los expertos que lo estaban tratando descubrieron que padecía un tipo de cáncer no identificado, pero denominado como “agresivo”. A partir de entonces, las posibilidades inexistentes de un retorno del príncipe Harry han cambiado y Meghan Markle tiene problemas para aceptarlo.
Desde hace varios años, la prensa británica advierte que la relación de Meghan con la Familia Real, en especial con el rey, es irreparable. Así lo decía Kate Mansey en un artículo del diario The Times, que la comunicación entre el monarca y su nuera es totalmente nula. Algo que no ha cambiado por un diagnóstico médico desalentador. Pero el caso de Harry y su padre es distinto, lo que lo lleva a tomar una de las decisiones más difíciles.
La decisión que puede acabar con todo para el príncipe Harry y Meghan Markle
Según diversas fuentes, Markle dejó claro que no está dispuesta a tolerar un regreso del príncipe a Reino Unido. La presión mediática y la constante atención que recibe la pareja, la motivaron a plantear una seria advertencia: si el royal decide volver a su país natal sin su consentimiento, podría haber consecuencias significativas para su relación y su familia. Carlos III tiene días de decaimiento, así como episodios en los que está activo y mantiene una actitud positiva.
Planea estar al frente de su cargo como jefe de Estado hasta el final de sus días, pero la idea de que ese día esté más cerca lo atormenta. El cáncer sigue sin remitir, a pesar de que ya se sometió a quimioterapia y mantiene un estilo de vida saludable. Así pues, está ocurriendo lo que no se creía que pasaría desde que la pareja hizo su entrevista con Oprah y estrenó la biografía Spare. Padre e hijo están abiertos al diálogo y posiblemente a una reconciliación que podría llevar al joven a Buckingham.
Es ahí donde se plantea una difícil decisión como hijo y esposo. Sacrificar su estabilidad en Estados Unidos junto a su esposa e hijos o, por el contrario, vivir con la culpa por no haber apoyado a su padre en sus últimos días. La condición de la duquesa de Sussex parece centrarse en la estabilidad y el bienestar de sus niños, aunque igualmente sería trascendental a nivel mediático que su pareja regrese a la Casa Real después de haber contado con lujo de detalle sus vivencias. En definitiva, la idea de que el príncipe Harry se aleje de su familia y de su vida en Estados Unidos es algo que Meghan Markle no está dispuesta a aceptar. En ese sentido, su postura es clara: la familia debe ser la prioridad, y cualquier decisión que ponga en riesgo esa unidad familiar no será bien recibida.