Las fiestas de Navidad no siempre son fáciles. Hay quien no soporta las comidas y cenas familiares, los encuentros de compromiso y no siempre deseados, la incomodidad, las conversaciones que acaban mal... Un martirio cuando no reina la armonía. Y ya que hablamos de reinar, ya se pueden imaginar que en casa del rey de España estas fechas han sido históricamente complicadas. Sobre todo durante la etapa de Juan Carlos I, un hombre con vidas paralelas. Sus aventuras extramatrimoniales las convertían en insufribles. Para él y para su mujer e hijos, conocedores del tipo de vida del emérito. Al Borbón la silla le quemaba, solo deseaba que aquello acabara lo antes posible y sin heridos. Un esfuerzo titánico.
Se supone que la noche del 24 de diciembre es un momento de hermandad, de amor, de fraternidad, cariño. Si en Zarzuela se respiraba este ambiente, solo hay una explicación: que era más falso que un billete de 6 euros. Una Navidad falsa. Vaya. Como el título del último capítulo del podcast 'Corinna y el rey', que se estrenará el próximo lunes, pero del que ya tenemos un adelanto jugoso. La ex amante dibuja al rey como uno delirante impenitente, obligando a su entorno a participar de sus excentricidades y tejemanejes. La alemana, además, nos descubre un secreto que forma parte del archivo fotográfico de su relación amorosa, adúltera y polémica
La imagen apareció por primera vez a raíz de la entrevista que Corinna concedió a la BBC inglesa. En aquel momento se explicaba sin excesivo detalle: "Así pasaban las Navidades". Era agosto del año 2020, pocos días después de la huida del Borbón a Abu Dabi. Todo el mundo se quedaba de piedra al ver este material tan íntimo de la pareja, que hacía vida de casados. Después llegaría otra instantánea todavía más llamativa, la de la famosa barbacoa con Álex y Juan Carlos vestido de dominguero dominando la brasa en la finca La Angorrilla. En la imagen navideña, sin embargo, todos iban mucho más engalanados. Juan Carlos y el niño de esmoquin, ella con vestido de noche. Los tres sonrientes a cámara, como una familia feliz. ¿Y saben qué? Que también era falsa. No la foto, no. Lo que era falsa era la propia celebración de Navidad y la sintonía entre ellos. Para empezar, no era un 24 de diciembre. Era el 22. El día del Gordo. Y vaya Gordo.
La imagen de los amantes con el hijo de Corinna, Alexander, junto a un árbol de Navidad lleno de regalos, tiene mucha miga. La relación ya no era como la de antes. De hecho habían cortado a raíz del episodio de Botsuana. Pero como Juan Carlos estaba deprimido por haber perdido a Corinna (quien descubrió que tenía otra amante), le "pidieron" que no lo dejara tirado "por la estabilidad de la Corona y por la de España". Que "complaciera sus deseos y respondiera a sus llamadas y sus peticionas". Que lo hiciera feliz, aunque no sintiera nada por él. Una misión a la que accedió el 22 de diciembre de 2013. Juan Carlos "me dijo que no podía soportar la idea de pasar la Navidad con ellos (su familia auténtica) y que temía volver a casa", explica. Por eso se reunieron en la casa de Philip Adkins, ex marido de Corinna y amigo del Borbón, para celebrar una falsa Navidad. "Era surrealista. Solo somos parte de una especie de espectáculo de circo para mantener feliz a este hombre poderoso". Todos tenían que vestirse de gala, él con el mencionado esmoquin de terciopelo verde (como el de la imagen). En la mesa, pavo asado con salsa y vino; en el árbol, muchos regalos. Corinna lo recuerda así: "¿Nadie se da cuenta de que algo no va bien en la cabeza de esa persona?". Demoledor.
El amor hace perder los estribos. Y Juan Carlos es un buen ejemplo de ello.