La lista de supuestas amantes del Juan Carlos I se ha ido incrementando con el paso de los años. Pero sin duda, uno de los nombres que más ha sonado en la prensa y que más quebraderos de cabeza ha generado al rey emérito es el de Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
La empresaria alemana, que mantiene el apellido de su matrimonio fallido con el aristócrata Casimir Sayn-Wittgenstein, vio como a partir de 2006 empezaba a aparecer en los medios de comunicación españoles. Corinna actuaba como asesora del monarca durante sus viajes.
Ella organizaba los safaris en África -como el de la famosa caza en Botsuana del año 2012-, regatas o visitas oficiales con magnates extranjeros.
La reaparición de Corinna ha sidoen la revista francesa Point de Vue: "Es un episodio que asumo, pero que se amplificó y se utilizó de manera inadecuada", explica la empresaria. También ha confesado que no quería que pasara todo el que finalmente ocurrió, pero que ha decidido quedarse "con la parte positiva" de aquel episodio.
A sus 53 años, Corinna es madre de dos hijos y actualmente trabaja para la familia real de Mónaco y de Oriente medio.