No es que Carlos III sea pijo, repijo o ultrapijo. Es que es más pijo que Tamara Falcó. Y esto es grave. La corona británica le pertenecía a su mamá Isabel II de Inglaterra, pero ahora se la tendrá que poner él en el próximo mes de mayo, fecha de su coronación oficial. Os contábamos el otro día que, sin embargo, The King Charles tiene un problema: la corona no le entra en su cabeza. No es un rey mago y no se la puede ajustar a su medida, así que ha pedido implícitamente que la reformen para que entre en su cabolo. De lo que os hablaremos hoy es del precio y de las características pijas y lujosas de este artilugio. Impactante.
Y es que se ve que la corona de Carlos III que no le entra en su voluminosa cabeza tiene un valor de 4.200.000€. Para los de las pesetas: 698 millones de las antiguas monedas. Grotesco. Pero lo más fuerte no es eso, sino que esta corona está compuesta por oro macizo de ¡22 quilates! y está adornada con hasta ¡400! piedras preciosas y semipreciosas, destacando entre ellas las turmalinas, los topacios blancos, las espinelas, los zafiros y las aguamarinas de talla rosa. Fechada en 1661, esta es la Corona de San Eduardo y no es tan vieja. La original data del siglo XI por orden de Carlos II. Seguramente por eso tiene este increíble valor.
Menos pompa que Isabel II
El acto de coronación de Carlos de Inglaterra tendrá mucha menos pompa que el de su madre. En el acto de Queen Elizabeth acudieron 8.000 invitados y en el de Charles solo asistirán dos mil. Estos son los cálculos de 'La Firma' para el acto que se llevará a cabo en la Abadía de Westminster. Un símbolo, seguramente, de la menguante popularidad de Carlos III. Su mamá le pasaba la mano por la cara.
Una corona diferente
Esta corona de San Eduardo no es la que normalmente porta Carlos III. De caerse al suelo, el drama se instalaría de manera perpetua en la Casa Real británica. Es por eso que Su Majestad usa otra corona, la Corona Imperial del Estado, en los días normales. La de San Eduardo es solo para el día de la coronación: de hecho, su último uso fue hace casi 70 años, concretamente el 2 de junio de 1953, cuando se la enfundó la reina Isabel.
Koh-i-noor: la piedra preciosa prohibida para los hombres
Carlos III podrá usar centenares de piedras preciosas en su corona, pero no la Koh-i-noor. Y es que esta solo la podría llevar hoy en día en su corona la reina consorte, Camilla Parker-Bowles. Extraída de la Índia, Inglaterra se apropió de esta joya de la corona (nunca mejor dicho) . Implantada por la reina Victoria, la Koh-i-noor tiene mucha historia: solo la pueden usar las mujeres. Cuenta la leyenda que quien la porte dominará el mundo, pero también conocerá todas sus desgracias pues sólo Dios o una mujer lo pueden usar. Koh-i-noor: la piedra prohibida de Carlos III de Inglaterra.