La reina Sofía no atraviesa su mejor momento. La semana pasada rompió a llorar en una entrega de premios al recordar su feliz pasado. La exmonarca es una persona muy tradicional y familiar. Le encantaría que todo fuese como antes, sin embargo eso es imposible. Su familia está totalmente rota. Esta semana han tenido ocasión de juntarse de nuevo, algo que no sucedía desde su 80 cumpleaños. Sin embargo, han habido notables ausencias, entre ellas las de Victoria Federica y Juan Urdangarin. La mujer de Juan Carlos no consigue su propósito de reunir a sus ocho nietos en un almuerzo para recordar.
Anímicamente la reina Sofía no se encuentra mal y sus hijos están realmente muy preocupados. La emérita sufre por el estado de salud de Irene de Grecia. Hace unas semanas la revista Lecturas confesó en exclusiva que su hermana sufre Alzheimer. La enfermedad está muy avanzada. Teme que la acabe olvidando, siempre ha sido su mejor apoyo.
Felipe VI prepara la despedida de su madre, pero ellas le frenan
Además, la reina Sofía se enfrenta a otro grave problema. Felipe VI ya le ha comunicado que debería pensar en su jubilación. Con la jura de la Constitución de Leonor, la emérita ya no será necesaria en la institución. La princesa asumirá mayores responsabilidades y acudirá a más actos completamente sola. Sofía se ha mantenido casi cinco décadas al servicio de la corona y pensaba que moriría con las botas puestas, pero no será posible.
La noticia ha sido como un jarro de agua fría para la emérita. Las infantas Cristina y Elena han aprovechado las últimas citas con Felipe VI para hablar del futuro de la reina Sofía. Las hermanas del rey creen que no es momento de jubilarla todavía, es lo que la mantiene viva y si se la retira de la institución podría apagarse aún más. Ahora mismo es importante prestarla atención y estar con ella en todo momento. Por ahora no se va a anunciar ninguna despedida de la reina Sofía como querría Letizia. Continuará en la institución aunque con un papel totalmente residual.