La poca vergüenza de Iñaki Urdangarin no tiene límites. El ex duque de Palma es un caradura de campeonato, cosa que se estila mucho dentro de los Borbones. Los tarambanas de Juan Carlos y Froilán saben un montón de ir por la vida exigiendo al personal que le rían las gracias. Es lo que tiene que España sea un país de naturaleza vasallesca, con mucha gente dispuesta a mirar hacia otro lado y a hacer genuflexiones al paso de los Borbones. Pero Urdangarin se supera. Sin tener sangre azul, desde que entró en Zarzuela se ha creído con el derecho de exigir para él una vida de lujos y privilegios. Y ni siquiera el divorcio consumado de su ya ex, la infanta Cristina, ha hecho que su tren de vida se haya adaptado a las nuevas circunstancias.
La separación de la hermana y el cuñado de Felipe sigue generando titulares, tiempo después de que partieran peras de manera legal. Ahora, Monarquía Confidencial habla de un nuevo escándalo, una nueva petición del ex duque de Palma relativa a la pensión que le abona la infanta a su ex marido. Según fuentes próximas a la hermana del rey. Cristina está hasta el gorro de las exigencias constantes de Urdangarin y ha dicho que ya es suficiente de este color. ¿A qué se ha negado terminantemente ahora? A aumentar la cantidad que actualmente le pasa a su ex en concepto de pensión. Sí, sí, Iñaki pide más pasta. Por si no había bastante tensión entre la ex pareja, ahora, una nueva cucharada. Pero Cristina ya está harta. Y atención al término durísimo que han puesto encima de la mesa: "Cristina no está dispuesta a aceptar más chantajes".
Urdangarin está viviendo con su pareja, Ainhoa Armentia, en un piso de alquiler que está bien cerca de la casa de su madre, en la misma calle, en la urbanización de Vitoria de 'Ciudad Jardín', una zona tranquila, con unos 27.000 metros cuadrados de zonas comunitarias. Una zona donde los precios de los alquileres rondan los 1.200 euros para pisos de una habitación, unos 1.500 euros por un piso de tres habitaciones, y 1.800 euros una casa de cinco habitaciones. El entorno de la infanta se pregunta “A ver cuánto le dura este nivel de vida. No tiene trabajo y quiere vivir por encima de sus posibilidades”. Y atención a la frase que suena a amenaza: "Que lo disfrute mientras pueda". Un tren de vida que le ha llevado a presentarse como un mártir sin dinero, mientras va haciendo escapaditas románticas a Londres, mientras se va de vacaciones a Camboya o mientras conduce un coche, un Volvo, que está registrado a nombre de su ex, matriculado el pasado mes de marzo y domiciliado en el palacio de la Zarzuela.
Además, Urdangarin tiene una moto de trail valorada en 5.500 euros... Y todo, con él sin tener trabajo, cosa que va para largo ya. "La situación pondría de manifiesto las condiciones ventajosas de las que disfruta tras la firma de su divorcio de la hija de don Juan Carlos", recuerdan que le dijo Juan Carlos a su hija... Una Corina más no es exactamente lo que está haciendo Urdangarin, porque a la aristócrata alemana le sale la pasta por las orejas y no le pide nada al emérito. Así pues, Urdangarin, dispuesto a estirar la cuerda una vez más y a pedir y pedir y pedir más. Y Cristina, y por extensión, su hermano, ya están hartos y han cerrado el grifo.