Los hijos de la infanta Cristina son los más misteriosos de los primos de Leonor con derecho a sucederla al trono. El dúo Marichalar, Froilán y Victoria, son lo que se ve: caraduras, zánganos y vividores. Pero los cuatro Urdangarin, Juan, Pablo, Miguel e Irene, son un enigma. Leyendo las versiones oficiales parecen jóvenes estudiosos, esforzados, amantes del voluntariado y alejados del perfil Borbón. Pero la realidad es otra. Excepto Pablo, el cerebro mejor amueblado de la familia, los otros tres hermanos hacen como los Marichalar pero lo disimulan mejor. Como dice Pilar Eyre, el voluntariado solo lo practican en la exótica Camboya pero no en València. El caso más flagrante es el de Miguel, que lo ha dejado todo colgado por unas faldas, las de su novia venezolana Olympia Beracasa, que le está enseñando latino, griego y la vida. Miguel colgó los estudios en Londres, el curso y la casa de su madre en Suiza para vivir con todo pagado en Zarzuela y hacer Ciencias del Mar en Madrid donde lo más marítimo que hay es una marisquería, a 300 km del Mediterráneo. Los otros dos hermanos, el primogénito y la benjamina, Juan e Irene se han ido al Reino Unido y su estancia allí es todo un misterio.
Uno digital afín en la Corona como Vanitatis ha aprovechado la estancia de la infanta Cristina e Irene Urdangarin en Barcelona, donde han presenciado el partido de Pablo en Granollers, para destapar dos grandes mentiras sobre los hijos británicos de la infanta. Se dijo que Irene estudia en la Universidad de Oxford, una de las más prestigiosas del Planeta. Obviamente es mentira: "La joven está desde septiembre estudiando en una universidad de la ciudad de Oxford -no en la Universidad de Oxford- sus estudios universitarios de Hospitality, una suerte de marketing destinado a la organización de eventos, una carrera que cuesta alrededor de 15.000 euros al año. En total, los estudios universitarios de Irene Urdangarin no llegan a los 50.000 euros, alojamiento incluido". Otras fuentes hablan de 150 mil euros de gastos totales el año, financiadas por el abuelo milmillonario, Juan Carlos. La chica no estudia Filología Inglesa sino cómo organizar eventos, un curso que podría estudiar en cualquier centro educativo en España. Mejor pagar una fortuna y decir que va a Oxford. La trampa de decir que Irene estudia en Oxford es que está matriculada en un centro de la misma localidad que la prestigiosa universidad.
La otra gran mentira es la auténtica razón de la presencia de Juan Urdangarin en Londres. Vive allí pero no porque tenga un prestigioso trabajo en la empresa de coches eléctricos del yerno de Aznar. De hecho, hace de botones y sirve agua a los corredores y trabajadores de la competición de coches eléctricos que dirige Agag como queda patente en la fotografía que sigue. Vanitatis explica qué hace en realidad Juan en Londres: huir. No está de paso. El hijo mayor de Cristina es el que ha quedado más tocado por el estigma del caso Noos y el que lleva peor ser señalado por la calle como un trauma infantil. En Londres puede tener una vida anónima e irse a la cama de quien quiera. Es el único de los hermanos que no tiene pareja oficial, lo cual no quiere decir que no tenga pareja. Escribe el digital: "Juan vive en Londres. El joven no puede estar pendiente de Irene todo el tiempo porque tiene obligaciones laborales y está totalmente integrado en la vida londinense, de la que quiere formar parte “para siempre”. Acoge a su hermana pequeña algún fin de semana". Este entre comillas para siempre sale de boca de Juan o de su entorno inmediato. No volverá nunca a su Barcelona natal.
Esta es la verdad del exilio inglés del mayor y la pequeña de Cristina: las apariencias. Irene quiere hacer ver a los 19 años que cursa en Oxford unos estudios que son muy menores y Juan a los 25 años quiere hacer ver que está muy ocupado pero la realidad es que no soporta el peso de la Corona. Así se entiende todo mucho mejor.