La infanta Cristina está decidida a hacer el ridículo hasta el final del divorcio. Las versiones que filtran los que se llaman amigos suyos son contradictorias: unos afirman que se está pensando reconciliarse con Iñaki Urdangarin, a quien tendría que perdonar una nueva infidelidad, como las que se supieron por los mails indiscretos del caso Nóos, pero esta es peor ya que hay fotos con la amante, Ainhoa Armentia.

La otra versión es que el matrimonio está roto, que ella le pasa 5 mil euros mensuales para que calle como pensión de separación y que cuando se enfríen las fotos hará como su hermana mayor, Elena, y se divorciará. Una revista muestra a la infanta a la fuga:

Diez Minutos escribe: "La infanta Cristina pierde los nervios al ver a la prensa en el aeropuerto de Ginebra. No son buenos momentos para la hija del rey Juan Carlos desde que salieran las fotografías. El pasado 11 de febrero, pudimos ver a la hermana de Felipe VI perdiendo los nervios en el aeropuerto de Ginebra, donde reside junto a su hija Irene. Al percatarse de que los fotógrafos la seguían desde su domicilio, Cristina, muy nerviosa, salió a toda prisa del coche al llegar al aeropuerto y se dirigió a una zona solo para pasajeros para así impedir que la vieran y fotografiasen. Mientras tanto, sus escoltas portaban su equipaje. Minutos después Irene se reunió con su madre en esta zona de la terminal."

Infanta, Irene y Juan Urdangarin, EP

A pesar de ir con la hija pequeña Irene de 16 años, la infanta obliga a los dos escoltas del Ministerio del Interior, grandes como armarios, no sólo a cargar las maletas como si fueran el servicio sino a agredir a uno de los fotógrafos de la revista. Lo reveló Pilar Eyre en un tuit muy enfadada:

"Me indigna el papel de los escoltas de Cristina e Iñaki, ¿para qué están? ¿Para que no se les puedan tomar fotografías? ¿Para diseñar estrategias sofisticadas para huir de los fotógrafos? Para eso se han preparado y les pagamos todos los españoles 20.000 euros a cada uno de los 2 escoltas?". 40 mil euros al mes per dos guardaespaldas que se dediquen a pegar paparazzi.

La infanta Cristina con los dos escoltas, GTRES

Cristina huyendo en el aeropuerto suizo después de salir del coche. La agresión que insinúa Eyre la precisa otra colaboradora de la revista Lecturas, Lorena Vázquez, en TV3. La infanta volaba de Ginebra a Barcelona y cuando ve que le hacen fotos se enfada y envía a sus escoltas a impedir el trabajo de los periodistas. Cristina: "No, no por favor". Los escoltas: "Dice la señora que no quiere fotografías".

Uno de los dos guardaespaldas se abalanza sobre el capó del coche de los periodistas para evitar las fotos. Se produce una pelea entre el policía español y el paparazzi. El agente coge al periodista por el jersey, por el pecho, y le causa heridas leves en el cuello con la cremallera. Hay un parte de lesiones porque el escolta denuncia al periodista y el paparazzi denuncia al escolta por agresión. La policía suiza los retiene a los dos por aclarar qué ha pasado. Un ridículo internacional a causa de la actitud prepotente de Cristina, hermana de rey, que atiza a los policías del ministerio contra ciudadanos españoles que hacen su trabajo. Lamentable.