"Voy a divorciarme. He dejado de quererle. Yo no he fallado. Respeto la institución del matrimonio, llevo el anillo desde hace casi veinticinco años y lo voy a seguir llevando hasta que me divorcie, ¡quiero que el mundo sepa que yo no tengo nada de qué avergonzarme!”. Su intención es divorciarse de Iñaki Urdangarín ya que no va a perdonar su traición ¡por fin ha dejado de amarle! Y le gustaría que se supiera públicamente: “no va a haber reconciliación”. La declaración más demoledora que se recuerda de los últimos tiempos proveniente de Zarzuela. Cristina ha dicho que ya está hasta las narices y cierra la puerta, la ventana, la chimenea y cualquier resquicio que haya sobre volver con su todavía marido, Iñaki Urdangarin. La exclusiva más brutal de la prensa del corazón especializada en casa real empezó con las fotos del adúltero con Ainhoa Armentia cogiditos de la mano, un gol por la escuadra de Lecturas a la competencia. Y siguió con la portada de este miércoles con las explosivas declaraciones de la infanta al mismo medio.
"No va a haber reconciliación ni perdón". Chim pom. Más claro, el agua. Desde que nos levantamos con estas palabras, todavía no recuperados de la sacudida que supusieron, hemos ido sabiendo con cuentagotas diferentes aspectos que tienen que ver con la hermana y el cuñado de los reyes españoles. Y ahora, la misma Lecturas revela el instante concreto en el cual Cristina decidió no perdonar más a su maridito. Lo que hace unos años era un No me acuerdo tras otro durante el juicio por el caso Nóos, ahora se ha transformado en un Me acuerdo tanto de ese instante que no quiero saber nada más de ti. El momento exacto en que a Cristina se le cayó la venda de los ojos y vio de manera clara y meridiana que su marido es un personaje lamentable y que no quiere saber nada más de él.
Explica el citado medio que Cristina, "Humillada de muy diversas maneras al mantenerse al lado de su marido y ceder por amor, decidió decir basta". Y explican el instante concreto que la infanta decidió no perdonar más a su marido, tal como deseaba papi Juancar. Remiten al 2013, cuando sentada en el banquillo de los acusados, "tuvo que presenciar como unos mails subidos de tono desvelaban la infidelidad de su marido con la mujer de un íntimo amigo. Un problema estrictamente de pareja, que resolvieron en la intimidad, salían a la luz para hacerla revivir aquella humillación, pero esta vez en público". Entonces perdonó a Iñaki "porque Iñaki se lo confesó llorando y ella creyó en su arrepentimiento", explicaba Pilar Eyre. Ahora, sin embargo, ha dicho basta. Y la gota que ha hecho colmar el vaso fue que "De su relación con Ainhoa se ha tenido que enterar por la prensa, a la vez que muchos millones de personas. ¡Su marido no solo tiene una amante, sino que la ha estado engañando durante meses!".
"Esa tarde aciaga, ese martes 25 de enero, prevenida por las fotos que iba a publicar 'Lecturas', su amor por Iñaki murió para siempre". De momento, el amor ha muerto definitivamente. Probablemente el día que quede enterrado del todo sea cuando volvamos a ver a Cristina sin el anillo de casada en su dedo.