La confirmación de Sofía ha sido un despropósito de dimensiones absurdas. La Familia Real reaparecía al completo, los cinco que quedan (los reyes, las hijas y la emérita), con dos añadidos, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, abuelos maternos de la infanta. Era un acto religioso y se han tomado algunas decisiones controvertidas, como obligar a Leonor a desprenderse de su colgante árabe, que lució el día de su graduación. España sigue siendo católica, Felipe es un rey ultracatólico y la princesa, que no quería eclipsar la pequeña Sofía en su gran día, ha ido vestida como ella de fucsia. Un vestido, el de Sofía, que tenía una abertura en la barriga ysin mangas que lo hacía especialmente inadecuado para un acto religioso. Letizia y la corbata de Felipe con el mismo color. Una decisión que parece más una apuesta que una casualidad. Hacen muy mala pinta:
Solo Jesús Ortiz desentona y va de verde, el color de la monarquía. Viva El Rey De España clama la corbata del abuelo. Parecen una familia del domingo, En Telecinco un pariente lejano, Alessandro Lequio, se indignaba con el look barato de la princesa, de Modas Paqui, clamaba Lequio. "La futura reina católica va vestida de Modas Paqui, con los zapatonchos esos. Pido un esfuerzo, es la reina católica por excelencia. Y su hermana, la que se confirma, Sofía, enseñando el ombligo en un acto religioso". Todo clasista pero cierto. Vídeo:
No es Modas Paqui pero sí ropa de precios accesibles: Leonor de Polin et Moi y Sofía de Cayro. Entre la gestualidad del acto, destaca el abrazo impostado de Leonor a su abuela paterna. Desde que la ofendió en la Catedral de Palma que intenta rebatir la imagen que no soporta a su yaya griega. Pero lo cierto es que la reina Sofía se queja de que no ve a las nietas y el pasado sábado no la invitaron al acto de graduación de la heredera en Gales. Para compensar esta imagen los asesores obligan a Leonor a hacer gestos antinaturales, como mostrar preferencia por una abuela en lugar de la otra que tenía al lado.
Leonor humillada con dos detalles: obligada al gesto antinatural con una abuela y obligada a desprenderse de su colgante árabe. Y Sofía haciendo lo que quiere enseñando ombligo y con unas alpargatas altísimas que la hacían dos cabezas más alta que la bajita Leonor. Sí, era el gran día de Sofía. Todos de su color y todos haciendo el papel. Día de confirmación y lo que se confirma es que la familia real no sabe estar.