Juan Carlos I visitó España por enésima vez en estos últimos cuatro años. Sus apariciones se han vuelto más frecuentes. Felipe VI le habría levantado la penalización, aunque le ha pedido discreción. Pero por muchos esfuerzos del marido de la reina Sofía, los medios de comunicación se encargan de destruir su imagen y por ende la de la corona. Finalmente los reyes apartaron al emérito por todas sus polémicas. Después de su juicio con Corinna Larsen, Casa Real le exilió a Abu Dabi. Una gran humillación pública, pero totalmente necesaria para salvar a una institución ya de por sí debilitada.

Se desconoce si Juan Carlos I pasará el resto de sus días en los Emiratos Árabes, aunque es algo que beneficia a su millonario patrimonio porque de esta forma está exento de la Hacienda Pública. Sin embargo, hay una gran preocupación porque el exmonarca está cada vez más mayor y sus últimos días están cada vez más cerca. Sería una deshonra que falleciese fuera de España. La idea es traerle a un país vecino con buena relación, como Portugal, muy próximo a Galicia, la tierra donde se ha escondido en los últimos cuatro años.

El rei Joan Carles I a bord del Bribon / Europa Press

Las cámaras siempre siguen el rastro de Juan Carlos cada vez que está en España y las últimas imágenes han preocupado a todos, pero especialmente a sus tres hijos, quiénes se han reunido de urgencia para tratar la situación. La infanta Elena es la más Borbón de toda la familia y la que más contacto mantiene con su padre, quiere que esté de vuelta a Madrid y ella misma le hospedaría en su casa, totalmente reformada y adaptada para personas con movilidad reducida.

Juan Carlos I está muy mal, ocultan la verdad 

Ese es uno de los principales problemas del emérito. Juan Carlos I tiene problemas de movilidad derivados de su caída en Botswana, cuando fue operado por primera vez de la cadera. En los últimos años ha pasado por quirófano para varias intervenciones muy delicadas, pero siempre superadas con éxito. Aunque él cree que es un superhéroe es tan humano como el resto y cada día que pasa tiene más achaques.

Juan Carlos I también ha presentado algunas pérdidas de memoria fruto de su avanzada edad y algunos tropiezos. Tiene que hacer uso obligatorio de la silla de ruedas. Así acabará finalmente sus días. Ya se le ha visto haciendo uso de un bastón y apoyándose en su persona de confianza.

El emérito está haciendo todo lo posible para retrasar su envejecimiento. Se ha sometido en Vitoria a un tratamiento revolucionario de medicina regenerativa, con células madre y plaquetas en sangre.

Juan Carlos I está muy delicado y se ha creído conveniente reforzar todos sus entrenamientos. Recibe clases con un entrenador personal todos los días, tiene nutricionista y personal sanitario a su servicio disponible todo el día, pero ha tenido que ir a un centro médico especializado, con técnicas bastante pioneras, en Abu Dabi, para mejorar. Así lo anuncia la revista ‘Caras’. Recibe fisioterapia, ejercicios y medicina regenerativa.

Juan Carlos I