Iñaki Urdangarin se ha hecho de oro a costa de pertenecer durante más de dos décadas a la familia Borbón. El exjugador de balonmano se separó hace tres años de la infanta Cristina e inició los trámites de divorcio. Él fue el único beneficiado de toda esta historia gracias a su silencio. Sabe demasiadas cosas y es el único que ingresó en prisión por el caso Nóos para salvar a la corona. Juan Carlos I le prometió que le solucionaría la vida, y así ha sido. Ahora vive como un auténtico millonario. Cobró dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, y 25.000 euros todos los meses hasta el fin de sus días.
Los hijos de Iñaki Urdangarin también se embolsarán una importante fortuna en el futuro, y eso que a día de hoy tampoco tendrían queja. Los jóvenes, como sucede con los Marichalar, cobran un sueldo por parte de su abuelo. Les paga seis de sus ocho nietos, una pensión de 10.000 euros para todos sus gastos. Además, les ha regalado el carnet de conducir y un coche. No les falta de nada.
Los nietos de Juan Carlos son dueños de una propiedad de 1,5 millones de euros
Los ocho nietos de Juan Carlos I son propietarios en estos momentos de un palacete en Menorca que pertenecía a un empresario. Se trata del Palacete Balada. Situado en el centro de Ciutadella con 555 metros cuadrados. Hasta el momento no podían decidir nada con ella porque uno de los herederos aún era menor de edad, la infanta Sofía, pero en tan solo un mes alcanzará la mayoría de edad, y será momento de tomar serias decisiones.
Los eméritos recibieron en 2009 una herencia a manos de Juan Ignacio Balada Llabrés, un empresario menorquín de perfil discreto con una gran influencia en la isla. Balada era hijo de un propietario de cine y de la primera mujer farmacéutica de la isla. No hay ni un solo vinculo entre ellos y la familia real, por ello sorprendió mucho que esta herencia llegase a sus manos. Nombró herederos a parte iguales a Felipe VI y Letizia y a los ocho nietos de los eméritos. Los ahora reyes tendrían el encargo de crear con el otro cincuenta por ciento, que pertenecería a los nietos de Juan Carlos, una Fundación de interés general.
Esta vivienda tiene un altísimo valor de 1,5 millones de euros, también de un importante valor económico. El ayuntamiento le pidió a Casa Real la cesión del edificio, pero contestaron de forma negativa.
