Primer acto de celebración pública de los 80 años del rey emérito. Juan Carlos ha sacado el polvo al vestido militar y por primera vez desde que no es rey ha sido invitado a la Pascua Militar. El acto organizado por la ministra María Dolores de Cospedal ha servido para que Zarzuela se sacara un muerto de encima. El padre del rey Felipe VI añoraba un reconocimiento público a su reinado ahora que cumple unos redondos ochenta y le han dado protagonismo el día de Reyes, pero limitado. El protocolo hace que el jefe del Estado entre solo, del brazo de su mujer y sus padres cinco pasos detrás. La foto simboliza quién se mantiene en el primer plano y quién queda escondido entre infidelidades conyugales y fortunas poco claras. El octogenario iba ayudado de un bastón ahora que se sabe que sus repetidas operaciones de cadera no han sido del todo acertadas. Letizia miraba a un punto invisible.
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Felipe VI tenía previsto felicitar en público a su padre al día siguiente de su cumpleaños y lo ha hecho dirigiéndosele por su antiguo cargo militar: "antiguo capitán general". "Felicidades Majestad". No ha pronunciado la palabra "padre", algo extraño teniendo en cuenta que la biología es lo que les hace estar a ambos allí. Todo un poco frío en comparación a cómo se ha referido a su madre, la reina Sofía: "que tanto cariño ha demostrado siempre hacia la gran familia militar". Sofía siempre ha sido más de animales y menos de soldados, pero en aquel ambiente eso no cuadraba. Los dos reyes, padre e hijo, iban uniformados de capitán general, de la Armada y del Ejército de Tierra. Al final se han dado la mano, pero nada de abrazos que queda poco castrense.
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Los discursos no han sido cálidos en parte porque el ambiente era gélido. Se celebra en un recinto cerrado, el Palacio Real, en pleno invierno, para celebrar que se reconquistó Maó en Menorca de manos de los ingleses el año 1782. Los discursos militares no estaban para alegrías, en plena crisis catalana. Sólo Cospedal ha hecho referencia a los "particularismos".
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De entre los invitados catalanes, destacar al delegado del gobierno Enric Millo, que sigue haciendo méritos para acabar de ministro, charlando alegremente con el juez Barrientos, presidente del TSJC que condenó a Artur Mas por la consulta del 9-N. El resto recibieron condecoraciones militares. Todo previsible, con la moqueta del Salón del Trono con aspecto de ser un suplicio para los alérgicos a los ácaros.
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Pero la foto del día no es la de los cuatro reyes sino Cospedal disfrazada, Rajoy como si se casara y Zoido embutido en un chaqué.
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La siguiente monarca en presidir la Pascua Militar será Leonor I. Quizás también le costará felicitar al abdicado, o fallecido, Felipe VI y habrá que ver qué Pascua Militar de qué ejército y de qué España.