El poeta Rubén Darío, en su popular Sonatina, decía aquello de "La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?". Podría haber cambiado el grado aristocrático de princesa por el de infanta. Porque este año, especialmente este viernes 29 de abril, la que está triste no es la princesa, su hermana Leonor, sino ella, la infanta Sofía. ¿Por qué? Porque este será probablemente, el cumpleaños más triste que le ha tocado vivir de los 15 que ya lleva. Hoy la hija pequeña de los reyes Felipe y Letizia sopla 15 velas, pero por primera vez, lo hará sin su gran apoyo moral, su media naranja, su muleta emocional, compañera de fatigas, confidente, amiga y en definitiva, su hermana. Leonor es el faro que guía a Sofía, que adora a su hermana mayor y que este viernes no podrá estar con ella para probar el pastel de cumpleaños que le lleven a Zarzuela. Su hermana ya ha vuelto a Gales y ella tendrá que celebrar los 15 años sólo con los padres. Quizás la abuela homónima se deja caer por allí. Juancar seguro que no, ni está ni se le espera, al igual que a sus tías, las infantas, o sus primos por parte de padre. Y ya si para cena de celebración hay sopa de acelgas, imaginen la tristeza.
Leonor es su faro que la ilumina, pero de rebote, también es quien le hace sombra. Siempre un paso por detrás de su hermana, siempre sabiendo que ella es infanta y Leonor princesa, y en el futuro, reina, parece que eso nunca le ha importado demasiado a Sofía. De carácter más afable y risueño que su hermana mayor, quizás porque sabe que en ella no recaerá el peso de la corona, su entorno dice de ella que le encanta el ballet, el cine japonés, la hípica, la saga de Star Wars, la cocina o el programa Masterchef. Hoy que cumple quince años, muchos medios dan un repaso de su vida en imágenes, desde que nació hasta ahora, pero es mucho más interesante saber qué futuro le espera. Lo más inmediato, saber si irá a hacer el bachillerato al mismo internado de Gales dónde está actualmente Leonor, cosa que sería lo más normal. De momento, sin embargo, sigue estudiando tercero de la ESO en la escuela de Santa María de los Rosales. También se especula con la posibilidad de que atienda a cuestiones marciales y reciba educación militar, y todo y que según algún experto, “estará liberada de muchas de las obligaciones que tendrá la princesa de Asturias, con seguridad será consciente que su vida privada se hará pública a sabiendas de que estará bajo el ojo público en todo momento y todo lo que haga repercutirá no solo en su imagen, sino en la imagen de la Casa Real. No tendrá privilegios, solo obligaciones”, dice Gerardo Correas, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo en la revista Vanity Fair.
Interesante también es saber qué papel la espera en el futuro siendo la hija pequeña de Felipe y Letizia y teniendo la hermana que tiene. ¿Cuál será su papel cuando sea mayor de edad? ¿Y lo más importante, hará un papelón como el que han perpetrado años atrás sus tías, que tenían el mismo cargo que ella, las infantas Elena y Cristina? El análisis más jugoso lo ha verbalizado una experta consultada por la revista Vanitatis, Carmen Remírez de Ganuza, periodista y autora del libro 'Leonor, el futuro condicionado de la monarquía', que ve clarísimo que "Hasta que la princesa Leonor no dé a luz un futuro heredero a la Corona, la actual ‘número dos’ en la línea sucesoria estará atada a la Casa". O sea, hasta que no sea tía, a seguir formándose "a todos los efectos como una posible jefa del Estado y, en ningún caso, podrá trabajar. Solo en el caso de que la sucesión esté asegurada, la Infanta tendría la libertad de optar por una vida independiente. Aun así, su pertenencia a la familia real condicionaría el tipo de trabajo o la elección de pareja, al menos, en lo que atañe a su medio económico de vida". Eso de en ningún caso podrá trabajar ya nos lo conocemos, es marca de la casa, es rasgo distintivo de los Borbones.