En los últimos años, Letizia ha experimentado un notable ascenso en el mundo del periodismo. Al culminar su carrera periodística, comenzó a sobresalir como una figura destacada en TVE, inicialmente en 'Informe Semanal' y posteriormente en el 'Telediario 2' junto a Alfredo Urdaci. Este fue un periodo de gran éxito profesional para ella. Aunque los presentadores de noticias generalmente no suelen captar mucho la atención de la prensa, Letizia estaba a punto de convertirse en el foco de los medios debido a su relación con Felipe VI. Según Isidre Cunill, el entonces príncipe mostró interés en ella, al igual que lo había hecho con otras "chicas guapas de la televisión". Fue así como Letizia fue invitada a una cena organizada por Pedro Erquicia en su ático de Madrid, donde Felipe, conocido por su timidez, esperaba conocerla por primera vez.

Letizia Sofia Leonor GTRES

A pesar de que ambos mantuvieron su relación en secreto y fueron muy discretos, los rumores sobre su unión ya circulaban en las redacciones de los medios de comunicación. La noticia se estaba convirtiendo en un secreto a voces que cada vez más personas conocían. La familia Ortiz Rocasolano recibió con alegría esta relación, aunque con diferentes grados de entusiasmo. Mientras que Jesús no estaba muy contento, Paloma Rocasolano estaba encantada con la idea de que su hija algún día se convirtiera en reina. Letizia siempre fue una mujer muy ambiciosa, y sus padres estaban convencidos de que lograría grandes cosas, aunque nunca imaginaron que sería en la realeza. Hoy en día, Letizia es una de las mujeres más influyentes de España, ocupando un puesto de máxima relevancia.

La verdad sobre Letizia, Felipe VI no quería que saliese a la luz 

Sin embargo, no haber nacido en la realeza implica el riesgo de que el pasado pueda salir a la luz y causar problemas. Hasta 2003, Letizia vivió como una mujer anónima. Su primo, David Rocasolano, reveló aspectos desconocidos de su vida en el libro no autorizado 'Adiós, princesa', lo que fue un golpe devastador para ella. Según la periodista Laura Rodríguez, Letizia se vengó de David instigando en su contra. David Rocasolano fue condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a 18 meses de prisión y a pagar una multa de 24.000 euros a los hijos de Rocío Dúrcal por revelación de secretos, una acusación que, según él, era completamente falsa. Debido a las amenazas del CNI, que según algunas fuentes está completamente controlado por Letizia, David tuvo que abandonar España. “El CNI lo persiguió para que guardara silencio porque sabían que podía revelar que los reyes se conocieron en 2001 y comenzaron una relación amorosa. Durante esa época, Letizia quedó embarazada de Felipe, pero decidieron interrumpir el embarazo. Por eso fingieron conocerse en la casa de Pedro Erquicia, y usaron a David Tejera como una tapadera para el aborto de Letizia con Felipe para que nadie supiera quién era el verdadero padre”, relata la periodista en el vídeo “periodistas derribados por Letizia” a partir del minuto 3:30.

Letizia en el día grande de Leonor

Laura Rodríguez analiza el libro de David Rocasolano, ‘Adiós Princesa’, que causó un gran daño a la reina, y recuerda cómo su primo destapó el verdadero carácter de la monarca, describiéndola como una mujer muy ambiciosa y sin escrúpulos. Su carácter era tan fuerte que a veces llegaba a ser violenta. No le tenían respeto, le tenían miedo. Además, afirma que la familia Ortiz Rocasolano al completo no tenía ni un euro, y que Letizia le debe todo a la corona. No tenían ni para comer.

David Rocasolano recuerda entre sus páginas que cuando él iba a casa de Letizia a visitar a sus primas, “sus primas le visitaban con los labios morados, envueltas en sábanas y en pijamas dobles, con calcetines porque no tenían ni para encender un brasero, no tenían ni para comer”. David Rocasolano llamaba a aquella casa “la casa de las acelgas”. “Se comía, desayunaba y cenaba acelgas, por ello estaban tan delgados”, lee Maica Vasco. En el pueblo ya les llamaban “los acelgas”. “No es que no tuvieran calefacción, es que no tenían ni para encender un brasero”, continúa.