Un gesto tan simple como no llevar una joya ha puesto al Reino Unido —y a medio mundo— en vilo. Kate Middleton, la inquebrantable princesa de Gales, ha sido vista recientemente sin el icónico anillo de compromiso que alguna vez perteneció a Lady Di. El objeto, una majestuosa sortija de zafiro azul rodeada de diamantes y valorada en casi medio millón de euros, fue el símbolo de su unión con el príncipe Guillermo en 2011. Hoy, su ausencia plantea más preguntas que respuestas.

El escándalo estalló tras la difusión de un vídeo grabado durante una caminata en el distrito de Lagos, donde Kate aparece en compañía del jefe scout Dwayne Fields. En medio de la tranquilidad del campo, la princesa habla con una serenidad inusual sobre su necesidad de "encontrar la paz y el equilibrio" en este “mundo tan ajetreado”. Pero el detalle que ha desatado la tormenta mediática no está en sus palabras, sino en sus manos: el anillo de compromiso, símbolo de su historia de amor y de su papel como futura reina, ya no está allí.

La joya de Lady Di desaparece y las teorías inundan las redes: ¿ruptura, crisis o reinvención?

Las redes sociales se incendiaron. ¿Se trata de un sutil mensaje de distanciamiento emocional? ¿Una declaración de independencia tras su reciente tratamiento de salud? ¿O simplemente una decisión estilística basada en la comodidad y el contexto? Los rumores no han dejado de multiplicarse. En lugar del anillo de compromiso, Kate lucía únicamente su discreto anillo de eternidad, una elección mucho más sobria y menos llamativa que ha sido interpretada como una señal de introspección... o de advertencia.

Según la experta en joyería de la firma Diamonds Factory, Ella Citron-Thompkins, esta decisión no ha sido casual ni impulsiva. "El video se centra en la importancia de la naturaleza, el bienestar mental y la conexión emocional; su anillo es una pieza muy reconocible, por lo que, estratégicamente, podría querer que el público se conecte con el mensaje en lugar de con ella misma", explica a la revista ‘Hello!’. Pero ¿de verdad se trata solo de una cuestión de comunicación?

Los expertos en realeza apuntan a algo más profundo: tras su tratamiento contra el cáncer, Kate habría experimentado un cambio radical en sus prioridades y en su visión de la vida. Esta transformación se reflejaría no solo en su actitud, sino también en su estilo, ahora más sencillo y funcional. La moda consciente, al parecer, no es una tendencia pasajera para la princesa, sino una declaración de vida.

¿Un matrimonio en crisis? Las señales que muchos no quieren ver en la Casa Real británica

Aunque desde el palacio aseguran que todo marcha en calma, lo cierto es que esta ausencia ha reavivado los rumores sobre posibles tensiones entre Guillermo y Kate. Las teorías de una crisis matrimonial, ocultas tras las apariciones públicas perfectamente orquestadas, han ganado fuerza. Incluso algunos medios británicos han señalado que el gesto de prescindir del anillo no habría sido consultado con el heredero al trono, lo que añadiría una capa más de misterio —y preocupación— a este inesperado episodio. En un contexto donde cada detalle de la vida de los Windsor es analizado al milímetro, la decisión de no portar una joya histórica no es un hecho menor. Más allá del valor económico —estimado en más de 450.000 euros—, la ausencia del anillo de compromiso de Diana en el dedo de Kate Middleton representa un antes y un después en su imagen pública.