El asunto Jaime del Burgo sigue cubierto de un silencio sepulcral por parte de la prensa española. El nivel de autocensura ha llegado a popes de la crónica monárquica que habitualmente escribían sin miedo sobre Letizia y lo han dejado de hacer. El caso más flagrante es Jaime Peñafiel que cada sábado desperdicia su columna semanal y se niega a abordar el asunto más relevante de la Corona de los últimos 10 años: la crisis matrimonial, de confianza y de imagen pública de Felipe y Letizia debido a las revelaciones del amante de la reina, Jaime del Burgo. Otra cronista que se ha retirado es Ana Romero. Una de las periodistas que más sabe de la Corona vive retirada en Cádiz después de ver cómo los medios le boicotearon su libro El rey ante el espejo. EN Blau la entrevistó aquel 2018 cuando Felipe era objeto de ira en Catalunya: La biógrafa del rey Felipe: 'Solo caerá la Corona si Catalunya es independiente'.
En el libro Final de partida de la misma Ana Romero se dedicaba un capítulo a un íntimo de Letizia, un tal Jaime del Burgo. Es hora de recuperar lo que entonces publicó Ana Romero: que en Madrid ya se sabía todo. Que la relación extramatrimonial de Letizia con Del Burgo era conocida por directores de diario y periodistas que la escondieron a sus lectores, como está sucediendo ahora. El libro explica que Jaime del Burgo aspiraba a ser "el valido de la reina", la persona de su máxima confianza, la que le habla al oído, el asesor para todo, el Rasputín. Ana Romero: "Los que le conocen lo definen como inteligente y raro. Conoció a Letizia llamando a Torrespaña de TVE y preguntando por ella: 'Hola, no sabes quién soy pero me gustas mucho y quiero conocerte'. Se hicieron muy amigos, él lleno de admiración, ella agasajada de atención. Lo eligió como testigo de boda. Durante diez años (2004-2014) Letizia lo llamaba 30 veces al día, le consultaba todo, era más que su madre. Era el hombre-para-todo, el paño de lágrimas, el que escucha y el que soluciona. Arreglaba las grietas en el alma de la princesa Letizia causadas por el paso del tiempo". Ana Romero fue explícita hasta donde pudo. Leído ahora se entiende mejor que fue la primera periodista que reveló que Letizia y Jaime eran amantes.
En aquellos 10 años la relación entre los dos era "obsesiva": "La relación era muy estrecha, de mayor afecto por parte de Letizia y obsesiva por parte de Del Burgo, hombre solitario, con pocos amigos y especial. Él vive la historia de su vida con Letizia". Tanto es así que acaba casándose con lo más parecido que encontró a Letizia: Telma Ortiz, su única hermana viva y casi gemela de Letizia. Y entonces hace lo que ahora ha hecho: Del Burgo anuncia que publicará un libro por Sant Jordi de 2014, titulado Malamor, una novela que hace 10 años que escribe y que según el autor revelará "la historia de una obsesión". Este libro tampoco se llegó a publicar nunca. Ana Romero acusa a Del Burgo de "cierta inestabilidad emocional". Se queda corta.
El libro de Ana Romero revela que cuando Letizia tiene una crisis muy fuerte con Felipe año 2013, cuando el rey ya sabía que Letizia le había sido infiel con Jaime, se ve obligada a apartar a Jaime del Burgo de su vida. Y entonces el amante entra en crisis: "En 2013 cuando Letizia sufre una crisis matrimonial aparta a Jaime de su vida. Entonces Jaime se vuelve loco, se siente emocionalment estafado, el despecho da paso a la venganza." Y empieza a mostrar mensajes íntimos de móvil entre Letizia y Jaime a diferentes periodistas, como Pedro J. Ramírez, que nunca los han publicado. Esferas de poder periodístico y del CNI sabían de la relación adúltera y no la revelaron nunca. Y ahora que el amante se explica, siguen callando. Algunas lo anticiparon, como Ana Romero. Un libro para recuperar: Final de partida.