A menudo, cuando se compara a la reina Letizia con otras homólogas royals europeas, la española sale perdiendo cuando lo que se compara es el calor que desprenden. Especialmente sale retratada cuando se la pone ante la reina holandesa, Máxima Zorreguieta. Mucho más divertida, alegre, despreocupada, humana y espontánea que la asturiana, la argentina no lo ha dudado cuando se ha tenido que vestir de faraláes en la Feria de Abril, cosa impensable en Letizia. Sin duda, sin embargo, el día que parecieron más la noche y el día fue cuando las vimos a las dos emitiendo mensajes a la ciudadanía desde sus despachos. Porque lo que en la reina de los Países Bajos todo eran detalles cuquis, colores y una decoración preciosa, en Letizia todo era de una frialdad que echaba para atrás, blanco sin nada, una mesa y para de contar, como si fuera el cuadro de mandos del Enterprise o alguna nave espacial... Y después se extraña cuando la acusan de ser una persona fría...

Letizia en su despacho / @CasaReal
Máxima en su despacho / GTRES

Para conocer a alguien de verdad hay que dar un sencillo vistazo a su puesto de trabajo. Dicen que el blanco es la suma de todos los colores. Pero entre el blanco Letizia y Máxima de Holanda no hay color. Quizás por un intento de mostrarse más próxima, más detallista y no tant estirada como si se hubiera tragado siempre un palo, la mujer de Felipe tiene entre ceja y ceja la voluntad de mostrarse más afable a ojos de la ciudadanía. Y quién sabe si formó parte de este intento lo que le vimos hacer el pasado fin de semana para homenajear el 50 aniversario de un programa mítico de TVE, Informe semanal. Una Letizia que parecía sin embargo, un robot, empezó a felicitar a sus excompañeros: "Me asomo un momento a sus casas en este sábado tan especial para hacerles una confesión. Siento un gran pudor profesional e intelectual por el hecho de dirigirme a ustedes en este día en el que la televisión pública rinde homenaje a Informe Semanal y a quienes han escrito su historia. Yo solo fui una sustituta de verano hace más de 20 años y solo puedo agradecer sumándome a la felicitación a todos los profesionales que durante 50 años nos han ayudado a comprender el mundo".

Felicitación de Letizia a 'Informe semanal' / TVE

Letizia daba miedo, pero el vídeo de felicitación sirvió para que unos días más tarde, algunos prestaran atención a los detalles que ofrecía lo que parece el nuevo despachito de la reina, más bonito que el anterior, con vistas al exterior, estantes y detalles detrás del rostro de Letizia, en primer término, que daba miedo, como si fuera la prota de la peli de terror Smile. Gracias a haber visto este rincón de Zarzuela desconocido hasta ahora, muchos han analizado con lupa el escenario, especialmente, los libros que hay en los estantes de color blanco.

Letizia / TVE

De entre los que se pueden distinguir, encontramos por ejemplo dos volúmenes del Diccionario de la Real Academia, un tochaco sobre el pintor Sorolla, Sorolla visión de España. Colección de la Hispanic Society of América. Catálogo tamaño XL, novelas como Una historia de España, de Arturo Pérez-Reverte, The Paris Review. Entrevistas (1953-2012), una exhaustiva selección que reúne cien retratos literarios hechos durante sesenta años, El imperio de lo efímero: La moda y su destino en las sociedades modernas, del sociólogo y filósofo francés Gilles Lipovetsky o un libro mucho más personal. Y es que en sus estantes tiene un detalle que seguro que ha hecho feliz a una de sus amigas íntimas, Sonsoles Ónega. Porque la reina también tiene la novela Mil besos prohibidos, escrita por la periodista de Antena 3.

 
Letizia y Sonsoles Ónega

Sería curioso ver cómo se lo ha dedicado y qué ha puesto en la primera página.