Desde que los reyes publicaron imágenes de su comida familiar a base de acelgas y pescado se ha especulado mucho sobre la dieta de que sigue a la reina Letizia para mantenerse tan esbelta. En verano quién más quién menos se preocupa de la figura y aunque Letizia nunca nos regalará imágenes de playa se preocupa de mantener la imagen con una dieta macrobiótica. La revista Semana publica que la reina toma alimentos de energía caliente: cereales, legumbre, pescado, carne, sal y verduras. En contraposición, elimina del menú grasas, vegetales tratados con pesticidas y productos procesados. Fuera los de energía fría: azúcar, lácteos, patatas y alcohol.
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El Alcohol... Es imposible ver a la reina en un acto oficial bebiendo un trago de la copa con la que brinda. Ya ni hace el gesto de mojarse los labios. Alza el codo para el brindis y la deja en mesa. La revista afirma que la reina "Evita este tipo de estampas y no consume alcohol, ya sea por seguir las premisas de la dieta o, simplemente, por convicción personal". Es decir, la reina es abstemia por convicción ética o para seguir una dieta. El problema es que el protocolo exige beber un trago y Letizia se lo salta constantemente. Cuesta encontrarla con una copa en la mano, como esta espectacular de rojo siendo princesa en el año 2010 en una recepción oficial en el Perú.
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La pregunta clave: ¿Letizia pasa hambre? Durante años se ha insinuado que sufría un trastorno alimenticio y no es cierto. Con la dieta macrobiótica la necesidad de comer no es tanta como la de alimentos procesados, que en cuestión de horas reclaman una nueva dosis. Come lo que el cuerpo necesita, y el organismo no le pide más ingestas.
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Para ilustrar que Letizia, a pesar de las obsesiones, manías, filias y fobias, come, ha costado encontrar una fotografía. Comió en público de Princesa el año 2009 en una visita a un centro mallorquín. Como reina, hay que conformarse con sus acelgas. Que le aprovechen.