La reina Sofía es una mujer tradicional y familiar. Está viviendo momentos muy difíciles. Desde la abdicación de Juan Carlos I, Felipe y Letizia, en la nueva era de la monarquía española, han decidido apartarse del apellido Borbón, especialmente del emérito. Por este motivo, la familia se dividió en dos bandos claramente diferenciados. Por un lado, los reyes junto a sus hijas, Leonor y Sofía; y por otro lado, las infantas Cristina y Elena con sus respectivos hijos y Juan Carlos. La reina Sofía se quedó en tierra de nadie. Nunca podría decantarse por un bando, y aunque no le parecen justas algunas medidas de su hijo, es el amor de su vida y no podría perjudicar su reinado. Siempre se ha mantenido al frente de la institución, reina antes que madre y persona.
El pasado mes de mayo la reina Sofía se reunió con sus tres hijos y les habló seriamente sobre uno de sus sueños. Sabe que cada año que pasa es más mayor y su final está más cerca, estos pensamientos le han anidado en su cabeza desde que Irene de Grecia empeoró y se confirmó que padecía Alzheimer. Por este motivo, antes de anunciar su jubilación con la mayoría de edad de Leonor, a la emérita le gustaría reunir en un acto privado a todos sus nietos, los ocho. La idea que tuvo es almorzar con todos ellos en Palma de Mallorca, en su querido palacio de Marivent. Sin embargo, mientras las infantas veían en las palabras de su madre una buena idea y una forma de reconciliación familiar, la reina Letizia no aceptó. No estaba dispuesta a enturbiar la imagen de sus hijas. Tenía miedo que esa fotografía se filtrase por algún sitio.
La nueva discusión de Felipe, Cristina y Elena preocupa a la reina Sofía
La reina Sofía se quedó sin su sueño, y a pesar de ello tuvo que poner buena cara y hacerse las fotografías de rigor con la familia. La relación entre los hermanos está cada vez más tocada, algo que tampoco gusta a la emérita. No soporta ver a toda la familia rota y a sus tres hijos discutiendo y sin hablarse. Le quita años de vida.
Cristina y Elena ya han llamado la atención a Felipe VI en varias ocasiones. Los tres han discutido de forma airada en Zarzuela. Ambas creen que se está sometiendo a sus padres a demasiadas humillaciones públicas totalmente inmerecidas. O el rey deja de ser un calzonazos, como le llaman sus amigos en la intimidad, y se planta ante Letizia, o la familia está totalmente rota.
A sus problemas se le añaden la tristeza de la reina Sofía y su nueva petición porque todos sus nietos acudan a la fiesta de cumpleaños de Leonor. Pero también el futuro de Juan Carlos. A día de hoy no se ha confirmado su asistencia al evento porque no considera que se le vaya a dar un buen trato. Merece trato de exmonarca y debería estar presente en la jura de la Constitución, según su entorno más próximo.