23 de febrero de 1981. Tal día como hoy de hace cuarenta años, Tejero y su troupe irrumpían en el Congreso y soltaba aquello de ""¡Quieto todo el mundo! ¡Al suelo! ¡Se sienten, coño!". Un día que en Zarzuela iban a "conmemorar", antes de que alguien haya decidido rectificar un esperpéntico tuit de Casa Real.
Mucho se ha hablado sobre aquel golpe de estado, sobre si los Borbones estaban al cargo de lo que iba a pasar y sobre si les benefició. Este martes, después de 40 años, los grupos de ERC, Junts, el PDeCAT, la CUP, EH Bildu y el BNG plantarán al rey Felipe VI en el acto que le ha montado el Congreso de los Diputados. El relato oficial de la Transición española hace tufo de invent, y si a eso le sumamos la figura del rey Juan Carlos I, que hoy será blanqueada a pesar de encontrarse huido en los Emiratos Árabes, imaginen su indignación: "hoy hace 40 años, después de los acontecimientos del 23-F, una operación de Estado reforzó y blindó los pilares y valores del régimen establecido en la mal llamada transición democrática española, con la figura del Rey y el Ejército como sus mayores garantes".
Sabemos qué hacía aquel día el rey Juan Carlos. Sabemos qué hacía el entonces príncipe Felipe. Sin embargo, ¿qué hacía aquel día la hoy reina Letizia? Gracias a su padre, Jesús Ortiz, se ha revelado. En un hilo en redes, el padre de la asturiana ha recordado sus sensaciones cuando vio qué estaba pasando en el hemiciclo aquel 23 de febrero. Aquel día, Ortiz tenía 31 años. Eran las 18.30 de la tarde cuando "llegaba a Oviedo desde Trubia, de hacer alguna entrevista, conduciendo la unidad móvil de RCE y escuchando las votaciones del Congreso". Su cabeza, llena de "imágenes de los relatos contados por mis padres y abuelos de las represiones de unos y otros del 34 en adelante". Pero en quien pensó, inmediatamente, fue en sus tres hijas.
Entonces Letizia tenía 8 años y todavía ni se imaginaba que algún día sería la reina. O sí. Ella y sus dos hermanas, Telma y Érika... ¿dónde estaban? "De repente, algo explota en mi cabeza y lo relaciona: mis tres hijas estaban en clase de ballet con su madre en el estudio de Marisa Fanjul, local que estaba justo encima de la sede de CC. OO. '¡Jo...! Como a algún descerebrado le dé por liarla…", pensó para él mismo el padre de la reina. El Congreso patas arriba y una jovencísima Letizia vestida con maillot y tutú. "Pocos sabían que en el piso de encima del sindicato había una escuela de ballet llena de niños, profesores y padres a esas horas. Subí, dije a mi familia que nos marchábamos de ahí a toda prisa y sin preguntar, y advertí a la directora de la escuela de mis temores".
Ortiz, periodista, quiso cubrir los hechos, aunque desde el medio donde trabajaba le pidieron silencio: "Mi jefe me dijo que tenía órdenes muy claras de no hacer nada, que él estaba en los estudios, en la Calle Asturias, y que estuviera pendiente del teléfono por si acaso. Cabreo: yo quería hacer algo... ¡ya! No fue posible esa noche porque sólo se emitió programación nacional. Solo pudimos contar cosas de local a la mañana siguiente. Y, bueno: lo demás es historia que se puede leer, con mayor o menor grado de veracidad y objetividad, en algunos libros"... Veracidad y objetividad... Quién le iba a decir que años después, su hija quedaría imbuida de la poca veracidad y objetividad de los Borbones.