La vida de Lady Di está marcada por una serie de desafíos y tribulaciones que abarcan tanto su vida adulta como su infancia. Más allá de la narrativa conocida de un matrimonio sin amor, trastornos alimentarios, la implacable persecución de los medios de comunicación y un doloroso divorcio, su infancia también estuvo envuelta en sombras de dolor y ruptura. La separación traumática de sus padres cuando apenas tenía cinco años dejó una cicatriz profunda en el alma de Diana. Las palabras de su hermano, Charles Spencer, pintan un retrato desgarrador de una niña que esperaba solitaria en la puerta de su hogar, anhelando el regreso de su madre ausente. Esta dolorosa experiencia temprana moldeó el curso de su vida y dejó una marca indeleble en su memoria. “Su infancia estaba rota”, describió el hermano de la princesa.

Además, desde sus primeros días como princesa de Gales, Diana se vio envuelta en una vorágine mediática implacable, una fuerza opresiva que, según Spencer, superaba con creces lo que muchos podrían comprender, incluso más intensa que la que ahora enfrenta Kate Middleton tras su diagnóstico de cáncer. Este escrutinio constante no solo moldeó la percepción que tenía de sí misma, sino que también afectó profundamente su bienestar emocional y mental.

Traumas infantiles y abusos domésticos

Pero los horrores de su vida no se detuvieron ahí. Durante una entrevista reveladora con la BBC, el conde Spencer desveló los "terribles abusos" que él y sus hermanas sufrieron durante su niñez. El tío de Guillermo y Harry describió cómo su niñera, Nanny Forster, los sometía a castigos dolorosos y humillantes. “Solía hacer chocar nuestras cabezas si descubría que habíamos hecho alguna travesura,  obviamente sin que mi padre lo supiera. Pero dolía mucho”, aseguró el conde Spencer en el programa 'Sunday with Laura Kuenssberg' de la BBC One. Spencer añadió: "No fue un golpecito en la muñeca, fue un crujido, ya sabes, todavía lo recuerdo".

Además, señala que sus otras hermanas tampoco se libraron del maltrato por parte de otra niñera. "Les daba cucharadas de laxantes y mis padres no entendían por qué siempre estaban enfermas", revela el hermano de la princesa Diana. Estos eventos traumáticos arrojan luz sobre la "desconexión" que existía entre padres e hijos en algunas familias aristocráticas, según lo descrito por Spencer. Aunque no culpa a sus padres, reconoce que muchos padres de la alta sociedad enfrentaban desafíos para conectar y cuidar de sus hijos, lo que a menudo dejaba a los niños vulnerables a abusos y negligencia.

Luchando contra el abuso: el compromiso del Conde Spencer

En este sentido, el conde Spencer ha plasmado sus experiencias en un libro reciente, "A Very Private School", donde detalla los niveles de violencia y abuso sexual que él y sus compañeros soportaron en el internado. Revela cómo una maestra supervisora abusaba de él y otros niños, mientras que el director del colegio los golpeaba desnudos con un bastón, con conocimiento de otros profesores que decidieron permanecer en silencio.

Comprometido a proteger a sus sobrinos, los príncipes Guillermo y Harry, del mismo tipo de intrusión mediática y abuso que sufrió Lady Di, Spencer ha tomado medidas para abordar los problemas sistémicos que enfrentó en su infancia. Su firme postura contra la prensa sensacionalista y el papel de las cuidadoras refleja su determinación de garantizar que las tragedias del pasado no se repitan en las generaciones futuras.