Cada vez que nace el hijo de un famoso, especialmente royal o aristocrático, hay un interés por encima del género de la criatura: el nombre. En realidad tanto da si es niño o niña. El género solo tiene morbo si es bebé es de Letizia. Si el primero era niña y el segundo niño España hacía el ridículo de Europa discriminando a la princesa heredera en favor del hermano pequeño solo porque tiene pene. Pero los Borbones cayeron de pie y la infanta Sofía fue niña. El reinado de Leonor no se cuestionaba por culpa de una Constitución absurdamente machista. El nombre del recién nacido tiene más interés. Letizia filtraba que su bebé se llamaría Pelayo para saber el filtrador, el chivato de Palacio. Y a cada nuevo hijo real, o aristocrático, el morbo crece. ¿Cómo se llamará? Froilán, a quien quieren que llamemos por su primer nombre Felipe sin ningún éxito, o Irene Urangarin, como la hermana de la emérita, Irene de Grecia, la "tía pecu" de peculiar. Ahora nace una niña casi royal, la más aristocrática de España, la nieta del duque de Alba.
Cuando murió la duquesa de Alba, la grandiosa Cayetana, heredó el título su hijo mayor Carlos. Este tiene dos hijos, Fernando y Carlos. El mator será el próximo duque de Alba, Fernando Fitz James Stuart Solís y tiene dos hijas con Sofía Palazuelo: la futura duquesa de Alba que se llama Rosario y ahora otra niña que nació en enero y que acaban de bautizar. Le han puesto el nombre de la madre: Sofía. Pero el nombre entero es muy largo: Sofía Fernanda Dolores Cayetana Teresa Ángela de la Cruz Micaela del Santísimo Sacramento del Perpetuo Socorro de la Santísima Trinidad y de Todos Los Santos. Y claro, el Registro Civil dice que no.
Según el artículo 51 de la LRC: "El nombre propio será elegido libremente y solo quedará sujeto a las siguientes limitaciones, que se interpretarán restrictivamente: 1.º No podrán consignarse más de dos nombres simples o uno compuesto. 2.º No podrán imponerse nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona, ni los que hagan confusa la identificación. 3.º No podrá imponerse al nacido nombre que ostente uno de sus hermanos o hermanas con idénticos apellidos, a no ser que hubiera fallecido".En esencia, solo se puede poner un nombre doble (Marcos José) o uno compuesto (Francisco José).
¿Hacen falta tantos nombres? Ellos lo justifican así: "Sofía, por su madre; Dolores, por su tía Loli; Cayetana, por su bisabuela; Teresa, por Santa Teresa de Jesús, nacida en Alba de Tormes; Ángela de la Cruz, por el convento sevillano de Santa Ángela de la Cruz, tan cercano a la familia Alba; Micaela del Santísimo Sacramento, fundadora de las Adoratrices, por parte de los Solís; del Perpetuo Socorro, porque es la advocación de la familia Sánchez-Dalp, y, Santísima Trinidad de Todos los Santos porque es la forma en la que se terminan los nombres". Solo falta añadir: Chim Pum.